MARAVILLOSA ADIVINANZA
En el silencio ahora se lee
y se escucha alguna metáfora
que no alcanzo a acertar
del todo.
Viene de algún rincón inhóspito
de la nostalgia donde solo
estamos tú y yo, a tientas
y a golpes de ausencia.
Y quiero adivinarte,
con mis manos de tinta,
como la próxima metáfora
de un poema y como la corriente
del río adivina por instinto
dónde se ensancha el mar.
Como cuando también acierto
en tu mirada la vida.
Y entonces te vuelves
una maravillosa adivinanza
ante mi tacto de verso.