NUESTRA TRISTEZA
En tu tristeza. En tu remolino
de lágrimas y tormento
mis abrazos quieren servirte,
de remanso a un mar de miedos.
Porque quiero que tus besos
y también tus penas y dudas
desemboquen siempre en mi tiempo,
aunque no siempre lo tengamos nuestro.
En tu tristeza, en tu tristeza.
En tu tristeza mi mirada
quiere ser la chispa de amanecer
que igual le falta a tus tardes
sombrías y tus noches de desasosiego.
Porque quiero ser la segunda flor
de tu dibujo que aposente
el grácil vuelo de esa luz estelar
y maravillosa, cual indecisión
que encierras como una oruga
que no se decide a ser mariposa.
En tu tristeza
quiero que no estés tan triste.
Y quiero que no solo sea tuya,
sino nuestra y hermosa también,
nuestra tristeza.