MÚSICA PARA EL ALMA

miércoles, 30 de diciembre de 2009

TU FORMA LA SOLEDAD




TU FORMA LA SOLEDAD


La soledad ahora tiene tu forma.

Tus labios, tu carne

en el hastío de caricias

invisibles de mis labios.


Tu cuerpo sin silueta

en la almohada.

Y tus abrazados soñados.


La soledad ahora tiene tu forma.

Y se amolda a mis párpados

cansados como la ola

que baila en la roca,

y penetra hasta la playa

en una suave caricia

de espuma y agua.


La soledad tiene tu forma.

Y se ha vuelto, en tu silueta disforme,

una prisión calurosamente fría

de recuerdos y sueños

detrás de cuyos barrotes

de nostalgia se mecen

mis lágrimas como gotas

de rocío en la corriente.


La soledad tiene tu forma.

Y con ella no tengo más conversación

ahora que mi silencio.


DEMASIADO TIEMPO SIN TIEMPO






DEMASIADO TIEMPO SIN TIEMPO



La ciudad padece ya una enfermedad incurable cuyo remedio no creo que pueda encontrarse entre tantos pasos sin consciencia del camino, y tantas prisas. Los relojes marcan las horas, y sus agujas transitan por esos entes de madera, metal o cualquier material que se precie como caballos que corren una última carrera hasta la falta de aliento. Los segundos, los minutos, y las horas van discurriendo sin cesar en una monotonía circular que parece no afectar a las planicies urbanas y mundanas de asfalto, que rodean todo cuanto conocemos. Hay gotas de lluvia también, en este momento, que bailan maravillosamente ese vals de invierno al que invitan las baldosas de las aceras: un momento bello que ya no da tiempo de observar como convendría.



Hay tiempo, pero ya nos faltan horas para disfrutarlo. Hay muchas horas cuyos latidos de minutos están aún por sentirse, pero no nos quedan muchas milésimas de tiempo para detenernos, tal vez, en el banco de un parque cualquiera en un lugar cualquiera del mundo para mirar a un niño jugando a la pelota, y volver a la inocencia, aunque sólo sea durante unos pocos minutos. Porque, tal vez, ya no existe el tiempo como tal, sino como un bien preciado que no se debe malgastar. Unas cuantas hojas de calendario que debemos arrancar de los almanaques en cuanto desaparecen meses y más meses sin vivir realmente uno solo de ellos. Algo que dicen que nos va matando poco a poco, de forma sigilosa, como caza una serpiente camuflada la presa del día en cualquier lugar de la salvaje jungla.



Y mientras escribo, sigue pasando el tiempo. Puede que eso sea cierto, pero al menos soy consciente de que estos segundos tienen algo de tiempo que no voy a tirar, ni mucho menos, a la basura de otra historia. Demasiada prisa se tiene. Mucho se corre, y pocos son los segundos para detenerse a contemplar la vida como convendría, lentamente sin llegar a detenerse. La ciudad tiene algo de fiebre. Está corriendo ,tal vez, demasiado. Demasiado tiempo sin tiempo.

SIGNIFICADO CONCISO DE ANDAR




ANDAR


Andar es algo más

que gastar pasos

en las aceras.


Es aprender a caminar

sin tropezarse demasiado

con las piedras del sendero.


Pasar por el amor

como quien cabalga a lomos

de la alegría en primavera,

y la tristeza de las hojas

muertas en otoño.


Y pasar por la vida

sin descansar demasiado

en sillones de hastío.


Iluminar la vela del amanecer

en nuestros ojos, tal vez,

a cada paso, y que no nos mate

la noche antes de que llegue

una última tarde.


Andar, andar.....

martes, 29 de diciembre de 2009

LAS PEQUEÑAS COSAS




LAS PEQUEÑAS COSAS


Las pequeñas cosas

han creado grandes momentos.


Pequeños recuerdos

como nubes que surcan

el tiempo y lo desafían

como el caballero con espada

en ristre al rival.


Las pequeñas cosas

que he vivido, aún siguen

como infímos colosales

sobreviviendo a las tempestades.

Y así tan chicas....


Y se quedan, aún,

cuando el mar se lleva

las huellas de la orilla,

y gotas de amor, tal vez,

cabalgando sobre la espuma.


Las pequeñas cosas, así son.

Las pequeñas cosas

de toda mi vida.

lunes, 28 de diciembre de 2009

ÚNICO COMANDANTE




ÚNICO COMANDANTE


Ahora sólo tengo un comandante

al que seguir.


Y no tiene rango,

ni medallas, ni insignias.


Ningún soldado

le rinde pleitesía.

Y tampoco he de dejarme

las rodillas en el campo

de batallas por él.


La única orden es existir,

y caminar sin descanso,

hasta el último aliento.


Lo que usted mande, vida.


Para que la muerte lo sepa.

VIVIR PARA MATARSE


VIVIR PARA MATARSE



Vivir para matarse.

No sirve de mucho

vivir para matarse.


Vivir para ver segado

el fruto del amor

detrás de una bala

que espera un corazón

que parar, sin tiempo

a una última pulsación,

un último suspiro,

una última primavera

para una rosa caída del otoño?


Vivir para matarse

por guerras revolucionarias.

Y, al final de todo,

cabe preguntarse:

¿De qué sirve las revoluciones,

cuando ya no se va a revolucionar

ningún ventrículo en el pecho?


Vivir para matarse, en fin.

sábado, 26 de diciembre de 2009

ES INÚTIL BUSCAR BELLEZA




ES INÚTIL BUSCAR BELLEZA


Es inútil buscar belleza

en un barbecho de sueños.


Es inútil buscarla,

cuando sólo decora

el corazón un pecho

contrito en cuya jaula

de costillas un corazón

se ahoga como un pez

sin estanque en que nadar.


Es inútil buscar belleza

como inútil resulta buscar

luz al final de un túnel,

cuando sólo hay linternas

que alumbran una avenida

de fatuos sueños, y malas cerillas

que fingen amaneceres.


Es inútil buscar belleza

sin primavera en los ojos

del alma.

miércoles, 23 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD



FELIZ NAVIDAD


Es una lástima


que el cariño siempre llegue


envuelto en papel de regalo,


cuando lo que más vale


es un abrazo sin crédito.




Se acerca el 25 de Diciembre.


Y sólo puedo pronunciar


"Feliz Navidad" a medias.




Es invierno. Y nieva


en mi alma también por Navidad.

martes, 22 de diciembre de 2009

NO QUEDA LEJOS EL MAR




NO QUEDA LEJOS EL MAR


No queda lejos el mar,

cuando consigo mirarte.


Nadar, entonces, se torna

en algo así como surcar

ese amanecer que no cae

derrotado ante ninguna tarde

en tus ojos.


No queda lejos el mar,

entonces, cuando beso

el agua de tus lágrimas

y tus alegrías desde una mirada.


No queda lejos el mar.

sábado, 19 de diciembre de 2009

QUEDAN LEJOS LOS RECUERDOS




QUEDAN LEJOS LOS RECUERDOS


Quedan lejos los recuerdos

como a dos párpados cerrados

de distancia.


Y sin embargo, a veces,

parece que palpo fantasmas.

Es como si tuviera cuerpo

el olvido, y llovieran flores

de colores sobre la tundra,

cuando la pupila se vuelve ciega

de eternos amaneceres,

y el mar, entonces,

se puede cruzar descalzo

sin hundir el peso en el fondo.


Quedan lejos los recuerdos

como a un sueño de distancia.


Pero no te olvido.

miércoles, 16 de diciembre de 2009

SEGUIR ENTERRANDO




SEGUIR ENTERRANDO

No hay vida, a veces,
aunque se levante la voz
en un cementerio de palabras.

Y no me apetece seguir enterrando
mi historia ante fantasmas,
aunque no me quede más laurel
en la tumba que un simple recuerdo
de lo que, tal vez, fui.

Hablaré, aunque sea con mi silencio.

NO TIENE DEMASIADA VOZ


NO TIENE DEMASIADA VOZ

No tiene demasiada voz
entre los ruidos de las compras,
y los pasos cansados
de la multitud.

En cascada le caen lágrima
por los ojos, y nadie escucha
el mar de nostalgia
que guarda bajo los párpados.

Otra tarde más lo derrota,
y lo arrodilla en aquel banco.
Y piensa que ahí se quedó el futuro,
y el camino.

En las monedas tristes
que besan el fondo del sombrero
se le quedó el cielo
a otro violinista de Triana.

EL SILENCIO NO SERÍA EL MISMO




EL SILENCIO NO SERÍA EL MISMO

El silencio no sería el mismo
si no sonasen canciones
en medio de la quietud.

Si no surgiese un poema
de la oscura belleza
del olvido y la nostalgia.

El silencio dolería demasiado,
porque sería como enterrar
la voz de la tierra en un ataúd
infinito al que llamar cielo, quizás,
o mar para el navegante.

El silencio no sería el mismo
sin el poema.

martes, 15 de diciembre de 2009

EL SILENCIO SE VUELVE UNA NOTA




EL SILENCIO SE VUELVE UNA NOTA

El silencio se vuelve una nota,
cuando escribo tu silencio.
Un beso en los labios del viento
que nadie escucha,
salvo mis recuerdos.

Y se vuelve en la música
el silencio algo más dulce.
La soledad es maravillosa
cuando la comparto contigo,
aunque sea desde el mar.

CASI ETERNOS




CASI ETERNOS

Creemos que todo es eterno.
Hasta que llega el tiempo,
y la vida...

EL PRECIO DEL CIELO




EL PRECIO DEL CIELO


Todo tiene un precio.

Y el cielo tampoco escapa.


Una marea de cebada

húmeda recorre mi camisa

impregnada de ebriedad.

Y en la cabeza un martillo

invisible de resaca golpea

columpios de consciencia

en los que me tambaleo.


Anoche la luna se desnudaba

hermosa ante estrellas de alcohol.


Y como antes dije:

todo se paga,

incluso el cielo.

lunes, 14 de diciembre de 2009

HABLAR CON FANTASMAS




HABLAR CON FANTASMAS

Hablar con fantasmas
es desperdiciar el silencio.

Gastar momentos de paz
por una guerra innecesaria
de sílabas sin sentido.

Hablar con fantasmas
es enterrar la belleza
de sumergirse en el silencio
sin más música que la vida.

Hablar con fantasmas....

SÓLO LAS ALMOHADAS LO SABEN





SÓLO LAS ALMOHADAS LO SABEN

Sólo las almohadas lo saben.
Sólo las almohadas conocen
el sabor agrio
de esa marea de nostalgia
que asedia mis ojos.

Sólo las almohadas lo saben.
Saben, en el silencio de un sueño,
cuán silenciosas son las lágrimas,
aunque resuene el mar.
Y compongan las olas
melodías de orillas perdidas,
y pecios olvidados.

Sólo las almohadas ahora
conocen el tamaño de mi tristeza:
eres tan poco como un recuerdo.
Y tanto como lo que sigo amando.

jueves, 10 de diciembre de 2009

DEMASIADOS HORIZONTES




DEMASIADOS HORIZONTES



Ahora veo demasiados horizontes.

Y ningún camino que conduzca

a parte alguna en el infinito.


Miro al fondo de una botella

buscando una gota de mar

que no sepa a cebada fermentada,

y alborada de resaca

en silencio menor de cabeza.


Y no hallo lo que sueño,
y me hundo en lo que pienso.
Y amanece

después de nadar

entre burbujas de amor

con olor a borrachera.

Otro día con más

de un horizonte.


Demasiados sueños.

Y ningún camino al falso infinito.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

SIGLOS IMPOSIBLES




SIGLOS IMPOSIBLES

Nadie aguanta siglos la vida.
Ninguna flor soporta el peso
de cien primaveras en sus pétalos.
Y sin embargo, siento ahora
como si hubiera surcado milenios
de caminos abiertos y veletas
dirigidas todas a un mismo lugar:
yo mismo, y mi libertad.

Y se han vuelto, por un momento,
siglos mis efímeros momentos
diminutamente humanos,
aunque nadie aguante siglos la vida.
Y el tiempo mate a cada paso
un minuto más de mi vida.

NO HACÍA TANTO FRÍO


NO HACÍA TANTO FRÍO



Ya hace dos inviernos

que no hubo invierno

en Diciembre.



Corría por mis mejillas

la cuchilla de gélido invierno

de la Bise Noir.



Pero cualquier abrigo

me arropaba del bajo termómetro.



Hoy en la soledad de este sempiterno

estío, tengo frío.



Frío que no cura

ningún mantón.



La soledad de estar ausente,

y solo frente a los fantasmas.

viernes, 4 de diciembre de 2009

ERROR DE DÍAS




ERROR DE DÍAS


Los días se han tornado

un mezquino error luminiscente

del tiempo que doblega tardes,

y gana noches en los relojes.


No me gusta ahora

que amanezca.


Al sol ya le faltan tus ojos.

OTRAS REVOLUCIONES




OTRAS REVOLUCIONES


No aspiro a ningún Bolívar.

Y tampoco a que Puebla

dedique una canción a mi sonrisa

de seguridad y firmeza.


No aspiro a cambiar

demasiadas leyes.

Pero en el alma

tengo algo aún por escribir:

mi propia revolución

para resolver el enigma

de mis propios fantasmas.


Aún soy invisible

frente a mis espejos.


Ante otras revoluciones.

jueves, 3 de diciembre de 2009

NO TENGO MÁS FUTURO

NO TENGO MÁS FUTURO

No tengo más futuro
que lo que soy.

Por desgracia, las tonterías
que, a veces, creo escribir.

DEMASIADO FUTURO


DEMASIADO FUTURO

Se dice, desde tiempos inmemoriales, que el presente es lo que llega ahora, y que el futuro que, supuestamente, está por venir quizás nunca lleguemos a palparlo como algo tangible entre nuestros brazos de imaginación. Ahora es lo que somos, y lo que acontecerá después nadie lo sabe con certeza, aunque haya muchos aspirantes a adivinos que se aprovechen de los miedos de la gente para hacerles creer que unas “cartas mágicas” van a resolverles un supuesto porvenir.
En el ahora, está todo lo que somos. Y no en lo que puede acontecer después de este segundo. Por esta razón, resulta bastante triste vislumbrar, en muchas ocasiones, cómo la gente se pasa la vida haciendo planes de futuro para “consolidar” sus vidas en una casa bonita con vistas al mar, un buen plan de pensiones, y un camino ya trazado en cuyo sendero se divisan cuarenta años de amargos lumbagos a causa de pasar demasiado tiempo sentado en la oficina, sin andar. Habríamos de preguntarnos cuánto tiempo de nuestras vidas nos pasamos la vida programando futuros que, a veces, nunca terminan de llegar y cuánto tiempo malgastamos pensando en hacer planes que nunca terminamos de llevar a cabo. ¿Cuántos momentos maravillosos nos estaremos dejando por el camino en este mismo momento en el que alguien, quizás, se está deteniendo a escribir esta pequeña reflexión?
El tiempo perdido nadie nos lo va a devolver. Y las horas que desperdiciemos tirando momentos bellos a la basura por labrarnos un porvenir que, tal vez, no llegue nunca no van a volver a girar con la misma intensidad que ahora en esas martirizantes agujas del reloj. El tiempo no va a dejar de discurrir, aunque se detengan todos los relojes que marcan las horas. Por ello, tenemos una ardua tarea, tal vez, que llevar a cabo a lo largo de nuestras vidas: no perderlas pensando en inanes futuros y vivir más lo que verdaderamente somos: cuestión de un momento.

martes, 1 de diciembre de 2009

NIRVANA


NIRVANA

Llega un nirvana desconocido.
No hallo nada que tocar,
pero es como si acariciase las nubes
desde el fondo de algún cajón.

Tu nombre se escucha ahora
en los llantos del viento.
Y ya no se queja tanto el mar,
cuando viene a morir a la playa.

Desde la palabra
viajo a lo que pienso que eres.
Y te abrazo, aunque no existan
manos que te abarquen,
ni dedos que te palpen
como un piano insonoro de curvas
y extrañas melodías de lujuria.

Llega un nirvana desconocido.
Y te quiero, en un beso
de melancolía y lejanía.

Sueño contigo, el paraíso.

HERIDAS MÁS ALLÁ DEL RASGUÑO




HERIDAS MÁS ALLÁ DEL RASGUÑO

Esta herida duele demasiado.
Y sigue sangrando, aunque el cuchillo
ya haya deslizado sus dientes
de metal por una piel humana.

Esta herida me duele
más allá del rasguño,
la magulladura o la quemadura.

Duele más que abrasarse
en una hoguera.
Y sin que prenda ninguna rama seca
ya me estoy ahogando.

Esta herida duele demasiado,
porque por ella se han vuelto
mis palabras incisiones de sílabas
sin aliento en los papeles,
sin voz en oídos de fantasmas.

Y hablo sola, porque me he qeudado
a solas con la única verdad
que me escucha: mi silencio.

Esta herida duele demasiado.
Me mata que me hayas
amado sin querer ser amiga,
más allá del abrazo hipócrita
de una buena noche de jolgorio.

No sé si me recuperaré
de la amistad entre líneas.

CURVAS ADECUADAS


CURVAS ADECUADAS


Siempre voy dando tumbos

en la ebriedad de sentirse vivo,

y morir, en ocasiones,

varias veces durante alguna noche.


Dando tumbos, haciendo curvas

en el trazado de algún sendero.

Y me cuesta mantener

un rumbo recto a alguna parte,

cuando cierro demasiado los ojos

y me desvío camino a algún sueño.


Pero ningún camino es recto.

Y, a veces, es bueno encontrar

curvas que nos ayuden

a enderezar luego el sendero.


Curvas adecuadas

en caminos demasiado lineales.

COBARDÍA POÉTICA


COBARDÍA POÉTICA


Tal vez, sea un poco cobarde.

Un soldado que no desea

empuñar más arma que el verbo

insaciable de la libertad.


Un marinero sin más infinito

que los mares de tinta

de un poema.


Un poeta que teme

a la espina, tal vez, de la rosa.

Y no se atreve a decirle

con puños que puede vencerla.


Un poco pusilánime.

Pura cobardía poética.

lunes, 30 de noviembre de 2009

NO SE HA DE MORIR




NO SE HA DE MORIR


No se ha de morir,

cuando aún quedan latidos.


Cuando, en el silencio

fúnebre de un final,

siempre queda la música

de un posible principio.


Hasta en el naufragio

también siempre queda

algo a lo que aferrarse.


No se ha de morir

con latidos puestos.

MUERTO ENTRE FANTASMAS




MUERTO ENTRE FANTASMAS

Estoy vivo. Pero nadie
corre mi sangre en esta casa.

Y sólo hablo con mis recuerdos.
Lo que queda de atrás,
y la distancia a unos sueños
de antes que ahora reflejo
en heridas de tinta
que no dejan de sangrar
en un triste poema.

Soy un muerto entre fantasmas.
Unas palabras enterradas
en el silencio involuntario
de estar callado
por ser más bella la mordaza
que la sílaba mal gastada.

Un muerto entre fantasmas.
Alguien que vive a solas
con su propio silencio,
y sus sueños olvidados

Eso soy: un muerto entre fantasmas.

viernes, 27 de noviembre de 2009

NO TAN LOCO COMO DEBIERA








NO TAN LOCO COMO DEBIERA



Estoy ya bastante loco.

Pero, en ocasiones, no creo

que lo esté como debiera.



Resulta díficil pasar el día

cargando cuerdas en el cuello

sin ahogarse.



Y nadar tanto a contracorriente

sin hundirse como un pez

de junglas de cristal

de cuyas branquias sólo se acuerda

la fosa de crista de una agujero

de botella en noche ebria.



Estoy loco.

Pero no me matan

las espadas

de mis palabras aún.



No tan loco como debiera.

jueves, 26 de noviembre de 2009

BIBLIOTECAS AMBULANTES




BIBLIOTECAS AMBULANTES

Hay muchas palabras cuyo sonido nunca ha tenido hueco en ninguna de cuantas estanterías pueda haber en una biblioteca. Muchas historias por contarse, detrás de cada esquina que recorremos. Muchas pisadas de cuyos invisibles caminos ningún sendero se acuerda. Huellas que se ha llevado el abrazo de espuma y tiempo de una ola que rompe en la orilla en vaivén desenfrenado. Muchos héroes que la historia no ha llenado de laureles precisamente. Y, entre otras cosas, muchos gigantes de cuyo tamaño no se acuerda nadie, salvo una triste esquela al final del viaje por la vida.

Y aún así, creemos, en muchas ocasiones, que todo lo que se nos puede contar se encuentra dentro de esos intrigantes, en ocasiones, o aburridos y tediosos en momentos cercanos a un examen, edificios que llamamos bibliotecas. Es cierto que las bibliotecas pueden ser edificios en los que se puede emprender un viaje hermoso al saber que tanto ignoramos. Entrar en ellas puede parecerse a surcar, desde la tinta, un planeta de emociones y sensaciones inauditas que sólo conoce quien se ha sumergido de verdad en esas páginas de papel mágicas de un libro. No obstante, nos estaríamos perdiendo una gran parte de lo que podríamos llegar a abarcar en los armarios y estantes de nuestra memoria, si nos ciñésemos a descubrir lo poco que nos puede brindar una biblioteca en ese aspecto. Porque cada persona con la que, tal vez, nos cruzamos por casualidad un día por la calle puede enseñarnos algo que no está escrito en ningún libro. Puede contarnos, también, una historia intrigante que haría las delicias del propio Stephen King o Julio Verne entre otros muchos autores. Puede, en fin, decirnos algo que se nos ha escapado de las redes de nuestro exiguo conocimiento de los millones de globos que existen dentro de este terráqueo.

Y lo más triste es que nos las estamos perdiendo, tal vez, porque nos refugiamos en los libros y en otros lugares para no comunicarnos. Nos perdemos compartir nuestro silencio, y nuestros versos y palabras por huir de un mundo que, tal vez, vaya a pique sin que nadie le ponga remedio. Hablamos muy poco, a pesar de estar tan comunicados. Perdemos maestros que puedan enseñaros y alumnos a los que impartir lecciones que perdurarán más allá de los títulos y las bibliotecas. Hay tantas bibliotecas ambulantes vagando por el mundo que esperan que alguien las lea.

POEMA QUÍZÁS DESACERTADO








POEMA QUIZÁS DESACERTADO



Ahora escribo otra herida de tinta

en unos labios de papel

que no dicen más que silencio.



Otro rasguño de verbos.

Y, tal vez, me esté matando

por resumir el infierno

entre márgenes y divagaciones.



Un poema, quizás, desacertado.

IDIOTEZ EFÍMERA


IDIOTEZ EFÍMERA



Siempre he sido idiota.

Pero ahora la ignorancia

se ha vuelto diferente.



Los columpios se desgastan

al balanceo como compases

que dan demasiadas vueltas

al mundo en un papel.



La madurez empieza a pesar.

Y no vale mirar al amanecer

con un sol sonriente a lápiz.



Quedan ya lejos las estrellas:

A más de un telescopio imaginado.



Y se ha de comenzar el paso firme

por las piedras del camino:

ya duele caerse más que antes.



Siempre he sido idiota.

Pero en mis ojos

ya ha crecido la distancia

supuesta al cielo.

Y el tamaño del universo

ya pesa más de un DIN-A4



En fin, ya no es lo mismo

que antes ser idiota.

sábado, 21 de noviembre de 2009

TAN FELICES LOS NOVIOS




TAN FELICES LOS NOVIOS


Se caían los párpados

sepias de la tarde

tras el horizonte.


La luna asomaba su cabello

blanco de estrellas en el cielo.

Y parecía que otro día iba a morir

como otro cualquiera tras las olas

grises de final de mediodía.


Pero en otro lugar amanecía.

En dos miradas de cuyo fulgor

el mismo sol sentiría envidia.


En dos corazones que, tal vez,

echarán de menos el mar

salado de unas lágrimas.


Caía cansado el sol vespertino.

Se disipaban otras horas de rutina.


Pero había algo en el aire

que era distinto a un brisa

monótona sin más destino

que el silencio. Dos palabras

que sólo conocen quienes saben

lo que vale el amor,

cuando se sabe labrar

desde la rosa, y la espina,

desde la ternura, y la herida,

y la angustia, y el anhelo,

y la añoranza, y el reencuentro.


En aquel poema rutinario

dos palabras eran diferentes

a las aceras pavimentadas de siempre,

pisadas por invisibles.


"Te quiero". Y tan felices

estaban los novios.

jueves, 19 de noviembre de 2009

NO SE PUEDE OLVIDAR



NO SE PUEDE OLVIDAR

No se puede olvidar, a veces,
demasiados kilómetros de camino.

Resultaba tan bonito que llevaras
mis piedras también en tu espalda.
Y las cruces no se clavaran tanto,
cuando se moría el tiempo sin tiempo
en tus brazos de sol,
y amaneceres sempiternos
que duraban más allá de la luna.

No se puede olvidar, a veces,
lo que no se quiere borrar,
como la cal de una pizarra,
de la memoria ausente del perdido,
sino tratar de no morir
sin.....

lunes, 16 de noviembre de 2009

CONVERSACIONES CON EL AIRE




CONVERSACIONES CON EL AIRE

Sólo el viento susurra
a la distancia de mi soledad
acompañada.

Sólo el viento escucha
esta voz enterrada,
estas horas sin tiempo,
estas playas sin orilla
en cuyas siluetas de arena
no se mecen olas de espuma,
sino de lágrimas.

Y me siento mudo, sin palabras,
auqnue por la garganta asomen
bancos ocupados de parques,
mundos, y vivencias.

Sólo el viento me susurra
porque mi silencio está solo.

viernes, 13 de noviembre de 2009

NO DURARÉ DEMASIADO

NO DURARÉ DEMASIADO

No duraré demasiado.
Toda una vida que suspirar,
que decir, que pasar,
que existir.

No duraré demasiado.
Toda, y simplemente una vida.

PULGARCITOS


PULGARCITOS

No somos demasiado grandes. Más bien, se podría decir que somos minúsculos como una pequeña gota luminiscente de estrella dentro de un gigantesco e inmensurable universo. Somos breves, pequeños, poca cosa. Una pisada más de cuantas conocen las mudas baldosas de las calles. Una línea ínfima más de las historias que contiene la gran historia de los difuntos y los que quedan vivos en este planeta humano. Somos casi nada. Y sin embargo, en ocasiones, algo nos vuelve inmensos. ¿Qué nos vuelve grandes?
Puede que seamos muy poco, que no seamos mucho. Puede que sólo seamos otra vida que pasa entre millones de mundos y personas que nunca llegaremos a conocer. Pero ya decía alguien que “se puede ser nadie para el mundo, y ser el mundo para alguien”. Alguien puede que nos ame o esté por amarnos. Puede que alguien esté por la labor de volvernos grandes, únicos, irrepetibles en algún recuerdo ajeno, en otra huella, en otro momento, en otro lugar que no sabe de mapas mundiales. Puede que, al fin y al cabo, gracias a alguien, no seamos tan pequeños, aunque ya este, en este mundo de prisas, no tengamos tiempo para recibir ese abrazo de “grandeza”, y sólo nos quede para darnos codazos en los pasos de peatones con otros transeúntes de cuyas prisas y penas pocos se acuerdan, salvo unas nóminas a final de mes.
Así pues, sería bueno que se empezase otra vez a creer en el afecto, y en el cariño labrado a base de abrazos y no de regalos envueltos. Quizás, lo agradezca nuestra voz, que no se quedará muda. Y nuestro ínfimo tamaño. Un recuerdo nos podrá volver más grandes. Y no seremos, tal vez, tan Pulgarcitos.

jueves, 12 de noviembre de 2009

CERCANA LEJANÍA




CERCANA LEJANÍA


Estoy cerca de la palabra.
Pero no la encuentro,
aunque se gasten sílabas
en las conversaciones.


No tengo voz. Estoy mudo,
aunque tengo toda una historia
que contar.
No siento que corran sonidos
en lo que digo.
Y, a veces, entablo conversaciones
con la almohada.


Y pienso por qué las plumas
se paran mejor a escuchar
que las tapias de tímpanos.
Tengo a estatuas cerca.


Y parecen hablar.
Pero no basta.
Y pido permiso.
Permiso para hablar con mi silencio.

martes, 10 de noviembre de 2009

DESPERTARSE DE LOS SUEÑOS



DESPERTARSE DE LOS SUEÑOS

Despertarse de los sueños
no es hundir los ojos,
en lágrimas, cuadno desaparecen
los párpados cerrados, y el sol
que dispara rayos mortales de luz,
en el tiempo.


Despertarse de los sueños.
Y seguir viviéndolos
eso quisiera poder hacer
Despertarme siempre de los sueños.
y que no se durmieran nunca.

lunes, 9 de noviembre de 2009

NO HAY DEMASIADO QUE DECIR





NO HAY DEMASIADO QUE DECIR

No hay demasiado que decir,
cuando callarse es expresar
sólo silencio.

Malgastar palabras
no sirve de mucho.
Y decir algo,
cuando el silencio es más hermoso
es decir demasiado.

Ante rebuznos, a veces,
no queda más que decir
que la quietud, y la voz enmudecida.

SOY PEQUEÑO

SOY PEQUEÑO

Soy pequeño como pisada,
y palabra, y nombre, y tamaño.
Pero alguien me recuerda.

Y me vuelvo gigante,
inmortal, mientras no me dejes
de mirar, amor.

viernes, 6 de noviembre de 2009

REGALOS VERDADEROS



REGALOS VERDADEROS

Llega el seis de enero. Los niños esperan que unos mágicos reyes venidos de Oriente colmen sus sillones de juguetes con los que llevan soñando todo un año cargado de ilusiones. Pasa poco más de un mes, y los enamorados esperan que se consolide el cariño mediante alguna “espontánea flor” que un santo, al que le encantan los grandes almacenes, deposita en nuestras vitrinas. Transcurre más tiempo, y se nos avecinan cumpleaños, fiestas señaladas y otras onomásticas para que nos preparemos para envolver nuestras peculiares muestras de cariño. Y así discurre el devenir del tiempo, hasta que otro chavalín llegado desde el Ártico llena de emoción unos calcetines colgados de abetos. Y vuelta a empezar. La pregunta es: ¿Acaso regalar objetos basta para demostrar cariño y afecto, y dar lo que un alma necesita?

En este mundo, se regala cada vez menos lo que verdaderamente se puede apreciar sin que haya que ponerle el valor pecuniario que reza en una etiqueta. Cada vez brindamos menos al prójimo la oportunidad de sentir un temblor, de emocionarse, de guardar tesoros en la memoria que no se irán y, en fin, de hacer que perdure en su recuerdo un instante fugaz y hermoso de su vida. Porque los regalos, a veces, no vienen envueltos en ninguna caja. Porque los objetos materiales que damos, algún día, serán pasto del óxido y el olvido de los desvanes, a diferencia de los recuerdos hermosos que duran en la memoria de quien los vive hasta que muere e, incluso, se vuelven inmortales en el recuerdo de alguien que conoció en vida. Por estas razones, entre otras, nos deprimimos más, nos sentimos más solos, y estamos más carentes de algún momento inolvidable.

No hay nadie que nos abrace de verdad. No hay nadie que deje de preocuparse de guardar las formas para quedar bien con nosotros mediante una postal navideña cuyo mensaje es más falso que un billete de 10 céntimos. Sentimos poco, y hablamos poco con el corazón. Hablamos por gastar palabras, en una suculenta cena, y, como no podía ser de otra forma, al final siempre nos queda esa sensación de vacío impenetrable que un paquete sólo colma durante el instante en el que lo miramos. Nos damos muchas cosas, pero no nos regalamos nada, al fin y al cabo, porque estamos carentes de temblores, emociones, etc.. Lo que verdaderamente vale. El verdadero regalo de existir y saber que otros son conscientes de que existimos.