miércoles, 30 de diciembre de 2009
TU FORMA LA SOLEDAD
DEMASIADO TIEMPO SIN TIEMPO
DEMASIADO TIEMPO SIN TIEMPO
Hay tiempo, pero ya nos faltan horas para disfrutarlo. Hay muchas horas cuyos latidos de minutos están aún por sentirse, pero no nos quedan muchas milésimas de tiempo para detenernos, tal vez, en el banco de un parque cualquiera en un lugar cualquiera del mundo para mirar a un niño jugando a la pelota, y volver a la inocencia, aunque sólo sea durante unos pocos minutos. Porque, tal vez, ya no existe el tiempo como tal, sino como un bien preciado que no se debe malgastar. Unas cuantas hojas de calendario que debemos arrancar de los almanaques en cuanto desaparecen meses y más meses sin vivir realmente uno solo de ellos. Algo que dicen que nos va matando poco a poco, de forma sigilosa, como caza una serpiente camuflada la presa del día en cualquier lugar de la salvaje jungla.
Y mientras escribo, sigue pasando el tiempo. Puede que eso sea cierto, pero al menos soy consciente de que estos segundos tienen algo de tiempo que no voy a tirar, ni mucho menos, a la basura de otra historia. Demasiada prisa se tiene. Mucho se corre, y pocos son los segundos para detenerse a contemplar la vida como convendría, lentamente sin llegar a detenerse. La ciudad tiene algo de fiebre. Está corriendo ,tal vez, demasiado. Demasiado tiempo sin tiempo.
SIGNIFICADO CONCISO DE ANDAR
martes, 29 de diciembre de 2009
LAS PEQUEÑAS COSAS
lunes, 28 de diciembre de 2009
ÚNICO COMANDANTE
VIVIR PARA MATARSE
sábado, 26 de diciembre de 2009
ES INÚTIL BUSCAR BELLEZA
miércoles, 23 de diciembre de 2009
FELIZ NAVIDAD
martes, 22 de diciembre de 2009
NO QUEDA LEJOS EL MAR
sábado, 19 de diciembre de 2009
QUEDAN LEJOS LOS RECUERDOS
miércoles, 16 de diciembre de 2009
SEGUIR ENTERRANDO
No hay vida, a veces,
aunque se levante la voz
en un cementerio de palabras.
Y no me apetece seguir enterrando
mi historia ante fantasmas,
aunque no me quede más laurel
en la tumba que un simple recuerdo
de lo que, tal vez, fui.
Hablaré, aunque sea con mi silencio.
NO TIENE DEMASIADA VOZ
No tiene demasiada voz
entre los ruidos de las compras,
y los pasos cansados
de la multitud.
En cascada le caen lágrima
por los ojos, y nadie escucha
el mar de nostalgia
que guarda bajo los párpados.
Otra tarde más lo derrota,
y lo arrodilla en aquel banco.
Y piensa que ahí se quedó el futuro,
y el camino.
En las monedas tristes
que besan el fondo del sombrero
se le quedó el cielo
a otro violinista de Triana.
EL SILENCIO NO SERÍA EL MISMO
El silencio no sería el mismo
si no sonasen canciones
en medio de la quietud.
Si no surgiese un poema
de la oscura belleza
del olvido y la nostalgia.
El silencio dolería demasiado,
porque sería como enterrar
la voz de la tierra en un ataúd
infinito al que llamar cielo, quizás,
o mar para el navegante.
El silencio no sería el mismo
sin el poema.
martes, 15 de diciembre de 2009
EL SILENCIO SE VUELVE UNA NOTA
El silencio se vuelve una nota,
cuando escribo tu silencio.
Un beso en los labios del viento
que nadie escucha,
salvo mis recuerdos.
Y se vuelve en la música
el silencio algo más dulce.
La soledad es maravillosa
cuando la comparto contigo,
aunque sea desde el mar.
EL PRECIO DEL CIELO
lunes, 14 de diciembre de 2009
HABLAR CON FANTASMAS
HABLAR CON FANTASMAS
Hablar con fantasmas
es desperdiciar el silencio.
Gastar momentos de paz
por una guerra innecesaria
de sílabas sin sentido.
Hablar con fantasmas
es enterrar la belleza
de sumergirse en el silencio
sin más música que la vida.
Hablar con fantasmas....
SÓLO LAS ALMOHADAS LO SABEN
SÓLO LAS ALMOHADAS LO SABEN
Sólo las almohadas lo saben.
Sólo las almohadas conocen
el sabor agrio
de esa marea de nostalgia
que asedia mis ojos.
Sólo las almohadas lo saben.
Saben, en el silencio de un sueño,
cuán silenciosas son las lágrimas,
aunque resuene el mar.
Y compongan las olas
melodías de orillas perdidas,
y pecios olvidados.
Sólo las almohadas ahora
conocen el tamaño de mi tristeza:
eres tan poco como un recuerdo.
Y tanto como lo que sigo amando.
jueves, 10 de diciembre de 2009
DEMASIADOS HORIZONTES
miércoles, 9 de diciembre de 2009
SIGLOS IMPOSIBLES
Nadie aguanta siglos la vida.
Ninguna flor soporta el peso
de cien primaveras en sus pétalos.
Y sin embargo, siento ahora
como si hubiera surcado milenios
de caminos abiertos y veletas
dirigidas todas a un mismo lugar:
yo mismo, y mi libertad.
Y se han vuelto, por un momento,
siglos mis efímeros momentos
diminutamente humanos,
aunque nadie aguante siglos la vida.
Y el tiempo mate a cada paso
un minuto más de mi vida.
NO HACÍA TANTO FRÍO
Ya hace dos inviernos
que no hubo invierno
en Diciembre.
Corría por mis mejillas
la cuchilla de gélido invierno
de la Bise Noir.
Pero cualquier abrigo
me arropaba del bajo termómetro.
Hoy en la soledad de este sempiterno
estío, tengo frío.
Frío que no cura
ningún mantón.
La soledad de estar ausente,
y solo frente a los fantasmas.
viernes, 4 de diciembre de 2009
ERROR DE DÍAS
OTRAS REVOLUCIONES
jueves, 3 de diciembre de 2009
NO TENGO MÁS FUTURO
No tengo más futuro
que lo que soy.
Por desgracia, las tonterías
que, a veces, creo escribir.
DEMASIADO FUTURO
Se dice, desde tiempos inmemoriales, que el presente es lo que llega ahora, y que el futuro que, supuestamente, está por venir quizás nunca lleguemos a palparlo como algo tangible entre nuestros brazos de imaginación. Ahora es lo que somos, y lo que acontecerá después nadie lo sabe con certeza, aunque haya muchos aspirantes a adivinos que se aprovechen de los miedos de la gente para hacerles creer que unas “cartas mágicas” van a resolverles un supuesto porvenir.
En el ahora, está todo lo que somos. Y no en lo que puede acontecer después de este segundo. Por esta razón, resulta bastante triste vislumbrar, en muchas ocasiones, cómo la gente se pasa la vida haciendo planes de futuro para “consolidar” sus vidas en una casa bonita con vistas al mar, un buen plan de pensiones, y un camino ya trazado en cuyo sendero se divisan cuarenta años de amargos lumbagos a causa de pasar demasiado tiempo sentado en la oficina, sin andar. Habríamos de preguntarnos cuánto tiempo de nuestras vidas nos pasamos la vida programando futuros que, a veces, nunca terminan de llegar y cuánto tiempo malgastamos pensando en hacer planes que nunca terminamos de llevar a cabo. ¿Cuántos momentos maravillosos nos estaremos dejando por el camino en este mismo momento en el que alguien, quizás, se está deteniendo a escribir esta pequeña reflexión?
El tiempo perdido nadie nos lo va a devolver. Y las horas que desperdiciemos tirando momentos bellos a la basura por labrarnos un porvenir que, tal vez, no llegue nunca no van a volver a girar con la misma intensidad que ahora en esas martirizantes agujas del reloj. El tiempo no va a dejar de discurrir, aunque se detengan todos los relojes que marcan las horas. Por ello, tenemos una ardua tarea, tal vez, que llevar a cabo a lo largo de nuestras vidas: no perderlas pensando en inanes futuros y vivir más lo que verdaderamente somos: cuestión de un momento.
martes, 1 de diciembre de 2009
NIRVANA
Llega un nirvana desconocido.
No hallo nada que tocar,
pero es como si acariciase las nubes
desde el fondo de algún cajón.
Tu nombre se escucha ahora
en los llantos del viento.
Y ya no se queja tanto el mar,
cuando viene a morir a la playa.
Desde la palabra
viajo a lo que pienso que eres.
Y te abrazo, aunque no existan
manos que te abarquen,
ni dedos que te palpen
como un piano insonoro de curvas
y extrañas melodías de lujuria.
Llega un nirvana desconocido.
Y te quiero, en un beso
de melancolía y lejanía.
Sueño contigo, el paraíso.
HERIDAS MÁS ALLÁ DEL RASGUÑO
Esta herida duele demasiado.
Y sigue sangrando, aunque el cuchillo
ya haya deslizado sus dientes
de metal por una piel humana.
más allá del rasguño,
la magulladura o la quemadura.
Duele más que abrasarse
en una hoguera.
Y sin que prenda ninguna rama seca
ya me estoy ahogando.
Esta herida duele demasiado,
porque por ella se han vuelto
mis palabras incisiones de sílabas
sin aliento en los papeles,
sin voz en oídos de fantasmas.
Y hablo sola, porque me he qeudado
a solas con la única verdad
que me escucha: mi silencio.
Esta herida duele demasiado.
Me mata que me hayas
amado sin querer ser amiga,
más allá del abrazo hipócrita
de una buena noche de jolgorio.
No sé si me recuperaré
de la amistad entre líneas.
CURVAS ADECUADAS
COBARDÍA POÉTICA
lunes, 30 de noviembre de 2009
NO SE HA DE MORIR
MUERTO ENTRE FANTASMAS
MUERTO ENTRE FANTASMAS
Estoy vivo. Pero nadie
corre mi sangre en esta casa.
Y sólo hablo con mis recuerdos.
Lo que queda de atrás,
y la distancia a unos sueños
de antes que ahora reflejo
en heridas de tinta
que no dejan de sangrar
en un triste poema.
Soy un muerto entre fantasmas.
Unas palabras enterradas
en el silencio involuntario
de estar callado
por ser más bella la mordaza
que la sílaba mal gastada.
Un muerto entre fantasmas.
Alguien que vive a solas
con su propio silencio,
y sus sueños olvidados
Eso soy: un muerto entre fantasmas.
viernes, 27 de noviembre de 2009
NO TAN LOCO COMO DEBIERA
Estoy ya bastante loco.
Pero, en ocasiones, no creo
que lo esté como debiera.
Resulta díficil pasar el día
cargando cuerdas en el cuello
sin ahogarse.
Y nadar tanto a contracorriente
sin hundirse como un pez
de junglas de cristal
de cuyas branquias sólo se acuerda
la fosa de crista de una agujero
de botella en noche ebria.
Estoy loco.
Pero no me matan
las espadas
de mis palabras aún.
No tan loco como debiera.
jueves, 26 de noviembre de 2009
BIBLIOTECAS AMBULANTES
BIBLIOTECAS AMBULANTES
Hay muchas palabras cuyo sonido nunca ha tenido hueco en ninguna de cuantas estanterías pueda haber en una biblioteca. Muchas historias por contarse, detrás de cada esquina que recorremos. Muchas pisadas de cuyos invisibles caminos ningún sendero se acuerda. Huellas que se ha llevado el abrazo de espuma y tiempo de una ola que rompe en la orilla en vaivén desenfrenado. Muchos héroes que la historia no ha llenado de laureles precisamente. Y, entre otras cosas, muchos gigantes de cuyo tamaño no se acuerda nadie, salvo una triste esquela al final del viaje por la vida.
Y aún así, creemos, en muchas ocasiones, que todo lo que se nos puede contar se encuentra dentro de esos intrigantes, en ocasiones, o aburridos y tediosos en momentos cercanos a un examen, edificios que llamamos bibliotecas. Es cierto que las bibliotecas pueden ser edificios en los que se puede emprender un viaje hermoso al saber que tanto ignoramos. Entrar en ellas puede parecerse a surcar, desde la tinta, un planeta de emociones y sensaciones inauditas que sólo conoce quien se ha sumergido de verdad en esas páginas de papel mágicas de un libro. No obstante, nos estaríamos perdiendo una gran parte de lo que podríamos llegar a abarcar en los armarios y estantes de nuestra memoria, si nos ciñésemos a descubrir lo poco que nos puede brindar una biblioteca en ese aspecto. Porque cada persona con la que, tal vez, nos cruzamos por casualidad un día por la calle puede enseñarnos algo que no está escrito en ningún libro. Puede contarnos, también, una historia intrigante que haría las delicias del propio Stephen King o Julio Verne entre otros muchos autores. Puede, en fin, decirnos algo que se nos ha escapado de las redes de nuestro exiguo conocimiento de los millones de globos que existen dentro de este terráqueo.
Y lo más triste es que nos las estamos perdiendo, tal vez, porque nos refugiamos en los libros y en otros lugares para no comunicarnos. Nos perdemos compartir nuestro silencio, y nuestros versos y palabras por huir de un mundo que, tal vez, vaya a pique sin que nadie le ponga remedio. Hablamos muy poco, a pesar de estar tan comunicados. Perdemos maestros que puedan enseñaros y alumnos a los que impartir lecciones que perdurarán más allá de los títulos y las bibliotecas. Hay tantas bibliotecas ambulantes vagando por el mundo que esperan que alguien las lea.
IDIOTEZ EFÍMERA
Siempre he sido idiota.
Pero ahora la ignorancia
se ha vuelto diferente.
Los columpios se desgastan
al balanceo como compases
que dan demasiadas vueltas
al mundo en un papel.
La madurez empieza a pesar.
Y no vale mirar al amanecer
con un sol sonriente a lápiz.
Quedan ya lejos las estrellas:
A más de un telescopio imaginado.
Y se ha de comenzar el paso firme
por las piedras del camino:
ya duele caerse más que antes.
Siempre he sido idiota.
Pero en mis ojos
ya ha crecido la distancia
supuesta al cielo.
Y el tamaño del universo
ya pesa más de un DIN-A4
En fin, ya no es lo mismo
que antes ser idiota.
sábado, 21 de noviembre de 2009
TAN FELICES LOS NOVIOS
jueves, 19 de noviembre de 2009
NO SE PUEDE OLVIDAR
No se puede olvidar, a veces,
demasiados kilómetros de camino.
Resultaba tan bonito que llevaras
mis piedras también en tu espalda.
Y las cruces no se clavaran tanto,
cuando se moría el tiempo sin tiempo
en tus brazos de sol,
y amaneceres sempiternos
que duraban más allá de la luna.
No se puede olvidar, a veces,
lo que no se quiere borrar,
como la cal de una pizarra,
de la memoria ausente del perdido,
sino tratar de no morir
sin.....
lunes, 16 de noviembre de 2009
CONVERSACIONES CON EL AIRE
Sólo el viento susurra
a la distancia de mi soledad
acompañada.
Sólo el viento escucha
esta voz enterrada,
estas horas sin tiempo,
estas playas sin orilla
en cuyas siluetas de arena
no se mecen olas de espuma,
sino de lágrimas.
Y me siento mudo, sin palabras,
auqnue por la garganta asomen
bancos ocupados de parques,
mundos, y vivencias.
Sólo el viento me susurra
porque mi silencio está solo.
viernes, 13 de noviembre de 2009
NO DURARÉ DEMASIADO
No duraré demasiado.
Toda una vida que suspirar,
que decir, que pasar,
que existir.
No duraré demasiado.
Toda, y simplemente una vida.
PULGARCITOS
No somos demasiado grandes. Más bien, se podría decir que somos minúsculos como una pequeña gota luminiscente de estrella dentro de un gigantesco e inmensurable universo. Somos breves, pequeños, poca cosa. Una pisada más de cuantas conocen las mudas baldosas de las calles. Una línea ínfima más de las historias que contiene la gran historia de los difuntos y los que quedan vivos en este planeta humano. Somos casi nada. Y sin embargo, en ocasiones, algo nos vuelve inmensos. ¿Qué nos vuelve grandes?
Puede que seamos muy poco, que no seamos mucho. Puede que sólo seamos otra vida que pasa entre millones de mundos y personas que nunca llegaremos a conocer. Pero ya decía alguien que “se puede ser nadie para el mundo, y ser el mundo para alguien”. Alguien puede que nos ame o esté por amarnos. Puede que alguien esté por la labor de volvernos grandes, únicos, irrepetibles en algún recuerdo ajeno, en otra huella, en otro momento, en otro lugar que no sabe de mapas mundiales. Puede que, al fin y al cabo, gracias a alguien, no seamos tan pequeños, aunque ya este, en este mundo de prisas, no tengamos tiempo para recibir ese abrazo de “grandeza”, y sólo nos quede para darnos codazos en los pasos de peatones con otros transeúntes de cuyas prisas y penas pocos se acuerdan, salvo unas nóminas a final de mes.
Así pues, sería bueno que se empezase otra vez a creer en el afecto, y en el cariño labrado a base de abrazos y no de regalos envueltos. Quizás, lo agradezca nuestra voz, que no se quedará muda. Y nuestro ínfimo tamaño. Un recuerdo nos podrá volver más grandes. Y no seremos, tal vez, tan Pulgarcitos.
jueves, 12 de noviembre de 2009
CERCANA LEJANÍA
Estoy cerca de la palabra.
Pero no la encuentro,
aunque se gasten sílabas
en las conversaciones.
No tengo voz. Estoy mudo,
aunque tengo toda una historia
que contar.
No siento que corran sonidos
en lo que digo.
Y, a veces, entablo conversaciones
con la almohada.
Y pienso por qué las plumas
se paran mejor a escuchar
que las tapias de tímpanos.
Tengo a estatuas cerca.
Y parecen hablar.
Pero no basta.
Y pido permiso.
Permiso para hablar con mi silencio.
martes, 10 de noviembre de 2009
DESPERTARSE DE LOS SUEÑOS
DESPERTARSE DE LOS SUEÑOS
Despertarse de los sueños
no es hundir los ojos,
en lágrimas, cuadno desaparecen
los párpados cerrados, y el sol
que dispara rayos mortales de luz,
en el tiempo.
Y seguir viviéndolos
eso quisiera poder hacer
Despertarme siempre de los sueños.
y que no se durmieran nunca.
lunes, 9 de noviembre de 2009
NO HAY DEMASIADO QUE DECIR
NO HAY DEMASIADO QUE DECIR
No hay demasiado que decir,
cuando callarse es expresar
sólo silencio.
Malgastar palabras
no sirve de mucho.
Y decir algo,
cuando el silencio es más hermoso
es decir demasiado.
Ante rebuznos, a veces,
no queda más que decir
que la quietud, y la voz enmudecida.
SOY PEQUEÑO
Soy pequeño como pisada,
y palabra, y nombre, y tamaño.
Pero alguien me recuerda.
Y me vuelvo gigante,
inmortal, mientras no me dejes
de mirar, amor.
viernes, 6 de noviembre de 2009
REGALOS VERDADEROS
REGALOS VERDADEROS
Llega el seis de enero. Los niños esperan que unos mágicos reyes venidos de Oriente colmen sus sillones de juguetes con los que llevan soñando todo un año cargado de ilusiones. Pasa poco más de un mes, y los enamorados esperan que se consolide el cariño mediante alguna “espontánea flor” que un santo, al que le encantan los grandes almacenes, deposita en nuestras vitrinas. Transcurre más tiempo, y se nos avecinan cumpleaños, fiestas señaladas y otras onomásticas para que nos preparemos para envolver nuestras peculiares muestras de cariño. Y así discurre el devenir del tiempo, hasta que otro chavalín llegado desde el Ártico llena de emoción unos calcetines colgados de abetos. Y vuelta a empezar. La pregunta es: ¿Acaso regalar objetos basta para demostrar cariño y afecto, y dar lo que un alma necesita?
En este mundo, se regala cada vez menos lo que verdaderamente se puede apreciar sin que haya que ponerle el valor pecuniario que reza en una etiqueta. Cada vez brindamos menos al prójimo la oportunidad de sentir un temblor, de emocionarse, de guardar tesoros en la memoria que no se irán y, en fin, de hacer que perdure en su recuerdo un instante fugaz y hermoso de su vida. Porque los regalos, a veces, no vienen envueltos en ninguna caja. Porque los objetos materiales que damos, algún día, serán pasto del óxido y el olvido de los desvanes, a diferencia de los recuerdos hermosos que duran en la memoria de quien los vive hasta que muere e, incluso, se vuelven inmortales en el recuerdo de alguien que conoció en vida. Por estas razones, entre otras, nos deprimimos más, nos sentimos más solos, y estamos más carentes de algún momento inolvidable.
No hay nadie que nos abrace de verdad. No hay nadie que deje de preocuparse de guardar las formas para quedar bien con nosotros mediante una postal navideña cuyo mensaje es más falso que un billete de 10 céntimos. Sentimos poco, y hablamos poco con el corazón. Hablamos por gastar palabras, en una suculenta cena, y, como no podía ser de otra forma, al final siempre nos queda esa sensación de vacío impenetrable que un paquete sólo colma durante el instante en el que lo miramos. Nos damos muchas cosas, pero no nos regalamos nada, al fin y al cabo, porque estamos carentes de temblores, emociones, etc.. Lo que verdaderamente vale. El verdadero regalo de existir y saber que otros son conscientes de que existimos.