REVOLUCIONES
Se habla siempre de revoluciones,
y sangre colectiva, y sacrificio.
Nos olvidamos siempre
de que, ante todo,
debemos luchar por levantarnos
nosotros mismos hacia el camino.
No existe más belleza que atrapar los sonidos del mundo en unas palabras y ahondar en sus misterios por medio de las palabras de un poema.
REVOLUCIONES
Se habla siempre de revoluciones,
y sangre colectiva, y sacrificio.
Nos olvidamos siempre
de que, ante todo,
debemos luchar por levantarnos
nosotros mismos hacia el camino.
CUANDO OSCUREZCA
Cuando oscurezca,
y aún no se haya desmoronado
el sol del horizonte
un nuevo día que contemplar
en los muelles de la vida.
No temas llorar:
ningún aguacero ha acabado
de inundar todo.
Y no hay tormenta que golpee
cien años sin parar un mismo lugar.
Cuando oscurezca,
piensa en el camino que queda.
Y los pocos días, tal vez,
que te quedan para recorrerlo.
Aunque cueste, en ocasiones,
escapar a la noche,
cuando no se quiere vislumbrar el día.
ALGO SIEMPRE SE NOS VA
Algo siempre se nos va,
a lo largo del camino.
Lo que escribimos en alguna hoja,
algún adiós en el mar
cuya estela aún nos empapa
de amor, y olvido.
Lo que fuimos, y sólo recordamos.
Lo que ya no somos,
y soñamos aún con volver a ser.
Algo se nos va,
y algo casi no llega.
Los años sembrados de nostalgia,
nuevos pozos donde llorar,
y, algunas veces, alguna flor
que rejuvenece la primavera
pasada que dejamos,
en algún otoño.
Algo se nos va siempre,
a lo largo del camino,
con la vida.
YA TENEMOS SUFICIENTE
Ya tenemos suficiente
con escupir fuego desde gatillos.
Dejemos libres de la guerra
a los verbos de la palabra.
Un solo momento
para hablar.
EL SILENCIO ES TRISTE
El silencio es triste,
cuando enmudece.
Sólo lo escucha el viento.
Es triste hablar a solas
de amor, y soledad, y olvido.
ESTOY A TIEMPO
Estoy a tiempo
ahora de llegar al ahora.
Estoy a tiempo
de que no me frenen demasiado
semáforos de miedo
ante el temor de cruzar el camino.
Lanzarme en paracaídas a la vida
sin temer demasiado el dolor
de caer de un sueño
después de un despertar trágico.
Estoy a tiempo aún
de vivir.
PIERDO TODO EL MUNDO
Pierdo todo el mundo
cuando sólo hablo de un mundo.
Y solo ahogo mis palabras
en un vaso de compadecencia:
los fantasmas no meren voz,
ni oído que los escuche,
salvo las baldosas de alguna calle.
Pierdo todo el mundo,
cuando entierro mis mundos.
Y cierro mi flor,
y no me extiendo.
Pierdo todo el mundo
de los mundos.
EL CIELO NO SE HIZO
El cielo no se hizo
para pájaros cobardes:
las alas nunca se despliegan
en unas jaulas de mármol.
Yo, tan sólo, ahora me dedico
a recorrerlo poco a poco,
tal vez, sin demasiado vuelo.
Porque quiero vivir
un poco mis sueños: el cielo.
QUEDARME EN EL CAMINO
Quedarme en el camino.
Siempre siento pavor
por quedarme en el camino.
Pero franqueo el yunque de un sillón,
me levanto, y aunque la nostalgia
,a veces, se vuelva pesada
como una cruz en los ojos
que no deja despertar,
me despierto. Y ando.
Aunque tenga pavor
de quedarme en el camino
sin más regreso que otro tiempo.
ATRÁS HE DEJADO PASOS
He caminado poco.
Y atrás he dejado pasos,
besos tiernos a unas tardes
de primavera y otras de invierno
que congelaban mi sangre
cual río enfermo de soledad, y abandono.
He caminado poco.
Y mal, en ocasiones,
sin saber bien cómo pisar
firme ante algunas piedras,
y sin saber cómo enfrentarme
al miedo de estar vivo,
y pensar que se muere.
Es lo malo de ser humano,
y no poder evitar renquear.
Atrás he dejado algunos pasos,
y, tal vez, algún que otro recuerdo
que no se llevará el tiempo,
hasta la tumba.
Hasta que ya no quede
más camino que andar.