El silencio es el mejor aplauso
Jorge Saramago en el libro "Ensayo sobre la ceguera"
Tengo que callarme ahora.
Tal vez, el eco inaudible
del agua de mis ojos
en este momento sobra.
Y puede que el silencio
sea la mejor ovación
a este poema que escribo.
Que dialogue solo la tinta
con mis letras, y fluyan
las ideas como un río
de adjetivos, adverbios
y oraciones que vienen
a parar siempre a un mismo punto:
la belleza desnuda
de un simple verso.
Silencio ahora. Y aplausos
para el poema
que acaba de llegar.