HABLO DE UN LUGAR REMOTO
Hablo ahora
de un lugar remoto
al que ya he ido.
Un paraíso inhabitado
lejos de esta ciudad sin recuerdos
cuya piel de asfalto
es un serpiente que muda
de calles y esquinas
sin cambiar los grandes edificios.
Hablo ahora del país,
tal vez, de tu mirada
en la que transito la noche
dulce de estar a solas contigo,
mientras la luz se cae afuera
como un castillos de naipes
estrellados en tu ausencia.
Ya he ido.
Hacia tus brazos,
y todavía sigo allí.
Y puede que no vuelvas
nunca a albergar el abrazo,
el brillo de los ojos
que cambia de color azul
como el mar cuando baila
el vals de las estaciones,
y las horas con el cielo.
Hablo ahora
de un lugar remoto
al que ya he ido:
tu sueño, tu cuerpo.