LLEGAS
Llegas hoy, y mañana,
y siempre, y desde ayer.
Porque vienes de un lugar
donde el tiempo descansa
de girar, y los árboles
crecen lejos de una primavera
de humo y desastres de rebeldía
que dejan demasiada sangre.
Llegas hoy, y mañana,
y siempre, y desde ayer.
Cabalgando suave mi tristeza
en el mar de una nostalgia
que no sabe de olvidos varios.
Hay palabras que se marchan
al guardarlas en el fondo
de algún cajón.
Saltan de recuerdo en recuerdo
como si quisieran esquivar
el discurrir inexorable
de las agujas en cada latido,
tal vez habitándome el alma.
Pero eso contigo no ocurre,
porque eres como una lluvia
que persiste tras la tormenta,
y el murmullo sempiterno
de un río que no se acaba
al desembocar en un océano,
extrañamente, inconfesablemente
como el mismo amor.
Por eso llegas hoy, y mañana,
y siempre, y desde ayer.
