SIN MÁS, AMA
Ama al sol que cada día
se asoma por la ventana
a dar los buenos días
a tu mirada.
Ama la vida y el mundo.
Cuando caiga una tarde
maravillosa en lontanza
y no se note que otro día
se muere para no volver
a nuestro efímero tiempo.
En las buenas y en las malas.
En la tormenta que no parece
que vaya a amainar,
y más aún en una tempestad
de lágrimas que no quiere
arreciar ni aun en la dulzura
de un abrazo de consuelo.
Ama todo lo que llega,
porque quizás todo es perfecto
en la armonía del universo,
hasta lo que parece malo.
Ama, y cuando sientas tristeza,
odio o desesperanza,
piensa que una estrella aguarda
que la mires para que te encienda
la luz que llevas dentro.
Ama. Ama todo lo que eres,
aunque no seas mucho.
Y con todo ello, ama sin más
el mundo y la vida que tienes,
porque quizás no haya otra
oportunidad para amar.
Sin más, ama.