VIDA MARAVILLOSA
La vida es maravillosa,
aun en los días más oscuros,
como este en que amanece,
pero no se asoma la felicidad
a mi ventana de dolores.
La vida es maravillosa.
No existe más belleza que atrapar los sonidos del mundo en unas palabras y ahondar en sus misterios por medio de las palabras de un poema.
VIDA MARAVILLOSA
La vida es maravillosa,
aun en los días más oscuros,
como este en que amanece,
pero no se asoma la felicidad
a mi ventana de dolores.
La vida es maravillosa.
TOCAR MADERA
Tocar madera dicen que da fortuna,
una suerte de probabilidad hermosa,
una dicha en la que siempre gobierna
una sonrisa, un beso y el corazón
de un alma henchida de maravilla.
Entretanto, en estos versos,
me convierto en carpintero
de la belleza de vivir,
cual arquitecto de quimeras
con un plano lleno de preguntas
y la incertidumbre como variable
constante del camino.
Toco madera, y en la metáfora
me imagino cual ingeniero
de palabras y verbos
cuya acción imprevisible quizás
enciende alguna sombra humana
a la deriva de su propia luz,
en una suerte de milagro,
en una suerte de misterio
al que algunos llaman poesía.
Toco madera, carpintero de mundos
etéreos, arquitecto de quimeras
e ingeniero de metáforas inefables.
Toco madera, y pido al universo
que me siga dando la fortuna
de escribir mi vida en poesía
UNSERE PAUSE
Ich mag lieber unsere Pause.
Von der Welt, von der Zeit.
Wenn in einem Umarumg,
wir der Laufe des Uhre stoppen.
Und wir fang zusammen
eine Küsseregnen an.
Ich mag lieber unsere Pause,
wenn wir zusammen
nach der Himmel fliegen.
Und die Zeit rennt nicht mehr.
Unsere Pause in der Ewigkeit
von unserem Umarmungen.
RESPIRO BELLEZA
Ahora respiro belleza,
y exhalo poesía.
Aunque no siempre la primavera
asome a mis palabras,
y no florezca ninguna idea
como geranios en mi jardín,
de anhelos, nostalgias y miedos.
Ahora respiro belleza,
y doy la bienvenida a la luz,
aunque procuren cada día
ensombrecer con bombas de pánico
la ya difícil realidad que vivo.
Respiro belleza sin máscaras
que me disfracen la emoción.
Y exhalo poesía, aunque a veces
parezca que ya no hay verso
entre tanto asfalto y tantas tumbas
de muchos que ya han muerto
sin pisar el camposanto.
Ahora respiro belleza,
y exhalo poesía, con esperanza.
POESÍA DEL MUNDO
Ahora quiero escribir una oda
a un mundo maravilloso,
con el prisma de la belleza.
A la poesía del mundo
que encierran las alas blancas
de los penachos de las olas,
cuando aterrizan en un último
aliento de corriente en las playas.
Al alma de los árboles
que cada primavera reverdece,
tras tomarse un descanso desde septiembre,
con la hojarasca seca y lista
para nacer de nuevo.
Y al corazón de la tierra,
que late en cada uno de mis pasos,
y me susurra con ese silencio
fragoroso de las piedras,
las montañas y los ríos,
que, tras los cristales enjaulados,
aún puede volar libre la metáfora
hermosa de una vida plena.
En la poesía que encierra,
tras las cortinas de un macabro teatro,
el mundo en la mirada de la belleza.
YO DEJO QUE OCURRA
Yo dejo que ocurra
Que pase como el murmullo
del río entre los bosques.
Que juegue como el trino
de un pájaro con el viento,
mientras acaricia la música
de un alma siempre despierta.
Y que fluya sin más,
aunque sin dejar que se escape
como el último tren de un día
agotador y aburrido,
o el último vuelo a ninguna parte
en una jungla de basura y miedos.
Yo dejo que ocurra:
la vida. Que ocurra
la vida, conmigo.
DESCANSO DEL MUNDO
Necesito un descanso.
Salir de esta vorágine de locura,
y sombra, y miedo, y guerras
que no disparan precisamente granadas
dulces en algún paladar.
Escaparme de las jaulas invisibles
para colibríes que solo aletean
entre cristales algún momento de viento,
sobre unas alas de níquel y moneda.
Y curarme quizás de todo el plomo
que me han percutido en el alma,
para matarme de angustia en el acto,
aunque me siga latiendo el corazón.
Necesito un descanso del mundo.
Y seguir abriendo el corazón
a a luz que implica seguir enamorado,
pese a todo, de la vida.
Un descanso del mundo
para viajar al amor.
AHORA NO LLEGA NADA
Ahora no llega nada,
o eso parece.
Tal vez, porque en este silencio
se ha desenterrado otra metáfora
que vuela en estos versos
cual pájaro de sílabas
hacia la siguiente palabra
de mi vida, la más bella
de todas: el amor.
Ahora no llega nada,
o eso parece.
Solo viene de nuevo el amor.