QUE ESTUVIERAS
Ahora necesataría que me mirases
para saber que el mar existe
sin ahogarse en cascadas
transparentes de nostalgia,
y malos sueños.
Y para aprender a caminar
sobre cristales sin que mi peso,
y mi gravedad humana
resquebraje la fragilidad
sutil de un dulce encuentro.
Te necesataría ahora
como la rosa un gramo
de primavera en Septiembre
para volver por el sendero
de la raíz hasta la flor.
Como el pájaro una onda
de viento en que envolver
el tamaño ínfimo de sus alas,
y su pequeña libertad.
Y como este hombre
una mirada que lo rescate
del incurable frío invernal
de tener brazos que no llegan
a abrazar ningún momento
dulce de calor y largos besos.
Te necesitaría
Si no fuera por tantos recuerdos...