LA TRISTEZA ES HUÉRFANA
La tristeza, muchas veces,
es huérfana como una ráfaga
de aire sin soplo de viento,
como una ola solitaria
sin que la empuje
la fuerza implacable del mar.
Nadie quiere estar cuando viene.
El único padre con que cuenta
es, casi siempre, un silencio
cómplice y entelerido
como una hoja abrasada
de invierno y escarcha.
La tristeza es huérfana.
Y ahora no me queda otra
salida que llorar solo.
A un pozo de melancolía,
mientras aguardo que vengas
con tu abrazo a agostar
dulcemente mi nostalgia.
Porque la tristeza es huérfana,
y solo tú puedes calmarla.
0 comentarios:
Publicar un comentario