PARAR LAS HORAS
Siento que la vida
se me va
de entre los dedos
volátiles del tiempo.
Por eso, acudo a tus manos.
Sé que en un abrazo tuyo
se pueden parar las horas
y que los ríos no mueran
en el mar, sino crezcan
cual veleros de aire
en la utopía.
Aunque nada de esto
sea cierto.
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