FRENTE AL ESPEJO
Ahora me miro, frente al espejo.
A veces, no me encuentro.
A veces, no me veo claramente.
A veces, solo soy un disfraz
de sonrisas envuelto en sombras
que nadie quiere ver:
hay que amanecer siempre,
hay que amanecer siempre,
aunque adentro llueva a raudales
la melancolía.
Frente al espejo, a veces,
solo no soy yo.
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