A VECES SOLO
He intentado mucho caminar contigo.
Darte la mano y que nos recorriéramos
en alguna ocasión el alma
hasta escucharnos el corazón.
Pero pese a ser iguales
somos también distintos.
Nuestros pasos son veletas opuestas
cuyos vientos nunca van a cruzarse
en algún lugar del firmamento.
Seguiré dándote la mano
cuando me la pidas.,
y me sentaré un rato
en la silla en que quieras
descansar un rato de la vida.
Sin embargo, sé que a veces
el camino ha de hacerse solo,
y en soledad, porque hay delfines
que quieren desafiar el océano
y peces que prefieren no salir
de la pecera.
He de aceptarlo:
pese a ser iguales,
también somos distintos.
Y el camino, a veces,
ha de hacerse solo.
0 comentarios:
Publicar un comentario