MÚSICA PARA EL ALMA

domingo, 20 de octubre de 2024

SU CIUDAD DISTINTA




SU CIUDAD


La miraba. Y se iluminaba

el mundo de faros de deseo.


Mis barcos de ganas

iban todos a atracar

a su puerto de arrumacos.


Y mis manos como timones

de concupiscencia ascendían

sus montañas de melocotón

hacia el mar de sus ansias.


La tocaba. Y mi alma

subía más allá del corazón

a los latidos de la belleza:

con su tacto de terciopelo

los sueños solo quedaban

a un cuerpo de distancia.


Y solo entonces

existía ese abrazo.


Su ciudad, sin duda, era distinta.

La amaba. Su ciudad de maravilla.


Su ciudad distinta. 

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