Tú no sabemos. No sabemos.
Desconozco, desconocemos
el noventa y nueve por cien
de los lugares del mundo,
pero estoy seguro de que ahora,
en el instante justo de este beso
en que se conjugar el aire
y el cielo para llevar de viaje
la metáfora por tu desnudez,
sabemos todo lo necesario
del universo que nos rodea.
Porque tú no sabes, no sabemos
la mitad de las cosas
que acaecen en la ciudad,
los periódicos y la sección
de sucesos, siendo optimistas.
Sin embargo, nos basta
con querernos para abarcar
todo lo que ahora nos importa:
amarnos desnudamente.
Aunque no sepas, y no sepamos
nada de todo el mundo de más.
la mitad de las cosas
que acaecen en la ciudad,
los periódicos y la sección
de sucesos, siendo optimistas.
Sin embargo, nos basta
con querernos para abarcar
todo lo que ahora nos importa:
amarnos desnudamente.
Aunque no sepas, y no sepamos
nada de todo el mundo de más.