NADA MÁS SABIO
Cierto es que en el mundo
pocas cosas existen
más inteligentes y espontáneas
que el ritmo natural de la naturaleza,
cuando el río sin prisa ni pausa
va tiernamente a morir al desembocar
agrandecido en algún océano.
Nada más sabio que los acordes
cotidianos y naturales
de la naturaleza desnuda,
y su particular belleza.
Nada más sabio y cierto
que el silente grito de agua
de la tormenta, cuando cae
en tierna llovizna sobre el asfalto.
Sin duda, nada más sabio
que la armonía natural del mundo.
En todo caso, debo confesar
que hay algo aún más perfecto.
La manera sutil y sencilla,
en la que tus labios atraen
mis ganas como el mar
el inmenso murmullo del río
hacia sus confines infinitos,
y entonces tengo la urgencia
de besarte el alma desde todo
lo que llevas contigo.
Nada más sabio sin duda
que quererte naturalmente,
sin saber muy bien por qué.
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