EN SU MIRADA ENTENDÍ
Se había ido lejos ya.
Aún estoy por averiguar
hacia que planeta o dimensión
que trasciende la memoria,
y se adentra más bien
en los vericuetos del olvido.
Mi madre había partido
hacia tierras muy lejanas ya,
cuando quise acercarme
a los latidos de su alma.
Siempre había callado tanto,
que ni su nombre conozco bien,
aunque en su carné ponga
algo así como "Esther Lidia".
Sin embargo, ayer volvió
a contemplarme frágil y sonriente
como un ángel de alas delgadas
y corazón inmenso.
Amaneció, pese al cielo gris
que poblaba una tarde monótona.
Y fue entonces
cuando en su mirada
entendí el mundo,
y la vida.
Pese a haberse ido lejos ya,
mi madre había vuelto
a enseñarme desde su alzhéimer
lo grande que es el mundo,
y la vida.
1 comentarios:
¡Qué sensibilidad enorme para expresar lo que significa tener a un fmiliar con esta terrible enfermedad!Les hace olvidar a ellos y sufrir a los familiares por ya no poder comunicarsecon ellos.
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