TAN SOLO MÍRAME EL CORAZÓN
No hables demasiado.
Deja que sigan cantando
la belleza tus ojos,
mientras me atraviesan
el alma desde sus pupilas
tiernamente embelesadas.
Quítame este vestido
de gravedad que llevo
en los días pesados
de la rutina.
Y tan solo mírame el corazón.
No hables demasiado
más allá de tu hermoso
silencio ahora.
Mírame el corazón.
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