LEVANTARSE ES COMPLICADO

LEVANTARSE ES COMPLICADO

Se sabe que siempre

en la vida habrá caídas duras,

y levantarse será complicado

como cargar todo el peso

del aire en las espaldas

y los sueños en la mirada,

cuando la gravedad del tiempo

se impone en cada paso.

Pero después del abismo

siempre hay una salida a la luz,

y se conoce que nunca ha habido

noches eternas.

Cuando se oculte la luna,

tendrá que amanecer,

aunque sea complicado levantarse.

LA MÚSICA EN EL SILENCIO

LA MÚSICA EN EL SILENCIO

Nada y todo se escucha.

De mi corazón emergen acordes

de poesía, llanto y alegría.

Soy verso sonoro y silente

de melancolía, dudas

y vacilaciones varias,

al tiempo que en allegro

suenan, a veces, mis pasos

firmes por la existencia.

Nada y todo se escucha,

mientras afuera interfiere

un gobierno de ruidos mi quietud.

No me arredra la ciudad.

Y estoy tranquilo,

escuchando la música

en el silencio sonoro

y desnudo de mi alma.

COMO EL MAR

 

 

COMO EL MAR

El verde de la primavera

se desvanece cuando llega

el verano a agostar los campos.

 

Luego se persigue el otoño

en una intensa caída

de hojarasca,

y el invierno concluye

los latidos del año en blanco.

 

Y así como todo sucede,

sé que todo se desvanece.

 

Cada latido es un golpe menos

de música en los pentagramas

inefables del tiempo.

 

Un segundo menos para seguir

escuchando la armonía de la vida,

y el mundo que la acompaña.

 

Pese a todo, solo puedo pensar

en que quisiera ser eterno

como el agua cuando viaja

en el vaivén de las olas,

que nunca llega a morir,

que siempre, pese a la corriente

es agua, como una piedra

frente al tiempo.

 

Como el mar que quiero ser,

mientras escribo otro poema de menos.

LLUEVE

LLUEVE

Llueve. Y quiero mojarme.

Porque, tal vez, los días de sol

se aprecian mejor

tras la tormenta.

Y se sabe entonces que la tristeza

no cae eternamente

en lloviznita de melancolía.

Llueve ahora. Y quiero mojarme.

CENTRO

CENTRO

Centro. Todo está en el centro.

En el centro del alma,

una desnudez profunda

y misteriosa como las preguntas

de agua que plantea el mar

en cada corriente, en cada ola.

En el centro de la metáfora.

En el centro del corazón.

En el centro de la vida,

y de la misma muerte.

Todo y nada. Todo

está en el centro

de ser uno mismo,

sin desviarse por disfraces,

histriones temporales

o intereses pecuniarios.

Todo lo que anhelamos.

Nuestros sueños están en el centro

de ser uno mismo

para vivir en la verdad.

Sin curvas, hacia el centro,

donde está todo.

QUIERO SEGUIR APRENDIENDO

 

 

QUIERO SEGUIR APRENDIENDO

Hay demasiadas cosas todavía,

a estas nimias alturas de mi vida,

que desconozco plenamente.

Y no le veo mucho sentido

a sentarme tan pronto

a aguardar el último momento.

Me faltan muchos saltos en paracaídas

al abismo incierto de la utopía,

y con certeza también quedan

muchas métaforas por sentir

en los vericuetos hermosos

e impredecibles de la vida.

Me falta mucho aún,

y no quiero cerrar los ojos

a otro Sol que está por salir,

aunque siempre parezcan nublados

unos días de rutina que corren

uno detrás de otro iguales,

sin más lluvia que la tristeza

de casi no poder sentirse ni triste.

Todavía es pronto para morir

de esa forma que muchos dicen,

dejando de aprender:

Y tengo la fortuna

de que aún estoy en la orilla

de este mar de sorpresas

que supone existir.

 

Quiero seguir aprendiendo

hasta que se me acabe el mundo.

TRES VERSOS

TRES VERSOS

En tres líneas, tres versos

quiero resumirte el mundo:

te quiero.