TRANQUILA
Tranquila. Sin mucha prisa,
aunque tampoco sin pausa.
Atenta siempre a los relojes,
por si alguno quiere pararse
antes de que la tarde muera
para dar paso a otra noche,
y que luego nazca otro amanecer.
Y que así sucesivamente se persiga
el tiempo hora tras horas.
La vida pasa tranquila, sin mucha prisa,
aunque tampoco sin pausa.
Igual que el mar se extiende
y rompe, algún día.
Tranquila la vida.
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