DESDE EL AMOR
Ahora siento desazón
por cuanto ocurre
en el mundo.
En una calma relativa
percibo demasiado desorden,
y me pregunto, a veces,
si nos late pólvora siempre
en el lado oscuro del corazón.
Falta amor en la ciudad.
Y me digo lo siguiente.
Si viviésemos desde el amor,
tal vez nuestras palabras
siempre serían música,
y nuestros latidos acordes
cotidianos de ternura.
Si viviésemos desde el amor,
tal vez podríamos desmontar
un supuesto "arma" de paz
cambiando de letras para "amar".
Si viviésemos desde el amor,
las granadas sabrían a dulce
y no despedirían tantos sueños
bajo los escombros de una guerra.
Y hasta el silencio de la soledad
sería una maravillosa armonía
que degustar mientras el alba
saluda a un nuevo día
desde nuestra mirada atenta.
Si viviésemos desde el amor,
solo nos tocaría amar.
Y ya, sencillamente amar
la vida como llega.
