EN NUESTRA TIERRA
En nuestra tierra, somos nosotros
los dueños de nuestro territorio
de besos y nuestro gobierno
de abrazos y ganas.
En nuestra tierra, impera el poema
de amor ajeno al ruido
mundanal de la ciudad.
Ahí escribimos en la desnudez
de nuestros cuerpos la longitud
infinita de nuestras almas queriéndose.
En nuestra tierra de universo,
somos infinitamente inmensos.
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