BAILEMOS
Bailemos, mientras el resto
de la gente solo atiende
a sus cosas cotidianas,
y se pierde la armonía
perfecta de los pájaros al alba,
y deja escapar la música
del amor entre los ruidos
de los coches y unos sueños
demasiado ocultos
tras el cristal de las oficinas.
Bailemos, tú y yo,
al compás del viento,
con nuestras alas de ternura,
la danza de querernos
más allá del mundo.
Bailemos, tú y yo,
al ritmo de la poesía
de amarnos.
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