EL VIRUS DEL MIEDO
Dicen que ahora hay un virus
letal pululando por el mundo.
Yo pienso que la humanidad
adolece de muchas más enfermedades,
más mortales que algo invisible
de cuya presencia no me he percatado,
salvo la farsa mediática.
La gripe del capital asedia
ahora nuestra libertad,
y somatiza la miseria,
sin que se puede ir a pescar
pese a saber manejar el río,
y cazar sus peces.
La neumonía del poder
atiza fuerte nuestra respiración
de pájaro inmenso y libre,
y nos pone el bozal
para que se calle el personal,
no se vaya a enfermar de conciencia,
y nos empuje el viento de la razón
más allá de una verdad absoluta.
Y la bacteria invisible de la histeria
ahora ya va penetrando las entrañas,
casi sin que nos demos cuenta,
mientras otra de cuarenta pulgadas,
en alguna habitación de la casa,
nos va cegando el juicio.
Supongo que hay un virus.
Eso dicen en los telediarios.
Mientras tanto, entre bambalinas,
se sigue expandiendo la pandemia
más peligrosa de todas:
el miedo, ese virus invisible
que nos paraliza.
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