MÚSICA PARA EL ALMA

miércoles, 24 de febrero de 2021

ESTE MOMENTO







    

 ESTE MOMENTO


Este momento será el último

que vivas ahora mismo.


Si llueve, ten por seguro

que no caerá igual que mañana.


Al igual que el color de un sueño

no será lo mismo dentro

de unas horas, porque quizás

ya la utopía en que creías

se descolore por alguna razón

ignota o por cualquier historia

que no llegue a contarse.


Este momento es tu momento.

Mañana ya no sabes si habrá

otro minuto más para volar,

sentir, llorar, galopar

por alguna pradera de libertad

o nadar 

en los océanos de la incertidumbre.


Este momento será el último

que vivas ahora mismo.


Y, tal vez, ya no sea

el primero de muchos últimos.


Vive. Este momento.


ESTRENA TU LUZ




 ESTRENA TU LUZ


Brillas, aunque esta rutina

te apague cada vez más,

y ahogue tu resplandor

en un charco ínfimo de mar,

como a un pez las esquinas

demasiado angostas de un estanque.


Eres una chispa espléndida

entre una miríada de sombras

conformes y resignadas.


Y estás vivo, en este momento.

Ya es hora de que estrenes tu luz,

como una nueva estrella

en un firmamento de vacíos

por iluminarse.


Estrena tu luz. Abre al universo

de par en par tu alma.


Pero no tardes.

La vida es corta.


Estrena tu luz.

viernes, 19 de febrero de 2021

OBLIGACIÓN TIERNA DE AMAR




 OBLIGACIÓN TIERNA DE AMAR


Hay que amarse, ahora.

Fuertemente, cariñosamente,

amablemente, dulcemente.


Sin pisar el vuelo

de otros pájaros.


Sin interrumpir los besos

de sueño de otras utopías.


Con un abrazo, una caricia sencilla,

como el devenir de las olas

en las corrientes marinas,

que sencillamente fluye sin preguntarse

dónde irán a parar cada vez.


Hay que amar, ahora,

sin esperar a mañana,

aunque en este mundo de locos

ya parezca estar prohibido.


Hay que amarse, ahora,

desde el alma a los pies,

sin más medida

que las ganas infinitas de quererse.


Sin miedo,

hay que amarse ahora.

TODO Y NADA




 TODO Y NADA


Lo es todo y nada.

Y nada de nada,

con ella, a veces,

puede ser todo.


No para de ir y venir

como un latido del corazón

que nunca termina de sonar,

como una ola que no termina

de romper aunque otras siempre

acaben por morir en las orillas

inciertas de la existencia.


Y aunque se le vaya a unos,

en otros vuelve más fuerte.


Todo y nada.

Sencillamente, la vida.

miércoles, 3 de febrero de 2021

EN ESTE VALS NUNCA FUIMOS DOS


 


EN ESTE VALS NUNCA FUIMOS DOS


Una ola de caricias sin orilla

de cariño en la que romper.


Una mano, vaga, sin rumbo

en el tacto de una mariposa

alígera e ingrávida de emoción.


Un viento sin cielo ni aire.

Un pájaro sin nido en que descansar

sus alas al llegar la tormenta,

para cuando escampe

y haya más firmamento para volar.


En este vals nunca fuimos dos.

Nunca quisimos atarnos al alma,

y el corazón no llegó a rozarnos

más que la superficie de la piel.


Los latidos eran melodías distantes

de alguna armonía nostálgica.


Nunca más adentro de algún arrumaco

puntual no más profundo

que un charco de cariño.


En este vals nunca fuimos dos,

aunque yo siempre quise 

que quisiéramos al compás

de un pentagrama de afecto,

en la nota perfecta del amor.


En este vals siempre estuvimos

lejos uno del otro.


Dos, pero uno a un lado

y el otro al otro de ese baile

de locos que llaman amor.