"Me basta con recordar para volver a casa."
Extracto de conversación en "Misa de medianoche"
AHORA VUELVES, MAMÁ
Ya hace un tiempo
que te marchaste.
Y sin embargo, vuelves.
Vuelves como una gotita de estrella
a mi mirada húmeda de nostalgia.
Retornas a ese río inmenso de fueguitos
que es el cerebro cuando se acuerda
de que nada en realidad acaba de existir,
pero, no obstante, fue.
Te añoro. Y me basta recordarte
para que vuelvas a mi lado.
Para que vuelvas a la casa
de la que nunca acabaste de irte.
Para que tu chispa de alma
cándida, serena y constelada
vuelva a saltar de rayito en rayito
por mis neuronas, y en el espacio
de una memoria vuelvas a hablarme,
desde un silencio melancólico.
En una brizna de viento
te vuelves indeleble, una ceniza
azul de anhelo,
y en el mar de tus ojos
oceánicos vuelven a atracar,
por un efímero pero maravilloso instante,
los navíos de mi afecto
por tu amor incondicional de progenitora.
Te recuerdo sin premura.
Y ahora vuelves, mamá.