SIEMPRE AMANECE
Así como tras la tormenta
el diluvio acaba por amainar,
y la tempestad se calma,
y el mar vuelve a su cauce
de armonía y corrientes tranquilas.
Así como las tardes se persiguen
en ocasiones a veces interminables,
siempre que cae la noche no tarda
mucho en amanecer.
Y así como ocurre con ello,
después de la tristeza y el mundo,
solo debe gobernar un pensamiento
la mente: siempre amanece
y brilla el día tras la tormenta.
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