LA VERDAD SOBRE
DARIAS Y EL CONFITAL
Carolina Darias quiso darse ayer un
baño de multitudes en que recibir elogios, carantoñas y abrazos en el barrio
popular de la Isleta, más en concreto en el maravilloso rincón del Confital.
Había que mostrar una falsa preocupación por la zona y sacarse una foto para el
recuerdo con algunos vecinos con el fin de arrancar algunos votos y pasar a la
posteridad, en su campaña electoral, como una candidata a alcaldesa de la
ciudad que se preocupa mucho por sus conciudadanos. Y se equivocó, dado que,
por mucho que se empeñen los medios de propaganda en afirmar lo contrario, cabe
reseñar que sucedió todo lo contrario a lo que ella pronosticaba.
En lugar de lo
que pretendía —ese ansiado baño de multitudes con saluditos y halagos varios—,
lo que recibió fue un auténtico baño de realidad. Una bofetada sin manos
(lo que comúnmente ya se conoce como “zasca”) en la que los ciudadanos
demostraron su hastío hacia la pésima y macabra gestión (en la que subyace el
claro periplo hacia la terrible Agenda 2030) de una ministra de Sanidad que,
entre otras cosas, carga miles de muertos a sus espaldas por las mal llamadas
vacunas y parece permanecer impertérrita ante semejante atrocidad. Huelga
destacar, entre todas estas demostraciones ciudadanas, el implacable
cuestionario al que fue sometido por la abogada y cabeza visible de la plataforma
ciudadana Canarias Despierta y Unida, Cristina Armas, ante el que no le quedó
más remedio que agachar la cabeza y seguir lo que podría denominarse la “marcha
de la vergüenza”.
Lo
que pudo observarse a lo largo de todo el recorrido fueron pancartas
reivindicativas, estridentes e incansables pitos de aliento reivindicativo, gritos
en contra de su nefasta gestión al frente del ministerio de Sanidad e incluso
voces a favor de una familia cuyo infante Aray (padece autismo severo y una
enfermedad rara que no puede tratarse aquí) no deja de sufrir por la negativa
de un nefando Gobierno a recibirles pese a haberlo intentado en no pocas
ocasiones. Allí lo que pudo apreciarse, a todas luces, fue un ambiente que
dista mucho del que pretenden ilustrar los medios papagayos del oficialismo.
Nada de lo que cuentan es cierto y de eso pueden dar fehaciente testimonio
todos cuantos asistimos al evento. No hubo momento en esa hora de caminata en
que la ministra y candidata a la alcaldía respirase tranquila, aunque tratase
de enmascarar su incomodidad con una sonrisa más que forzada. No cabe duda de
que el pueblo empieza a estar harto de tanta mentira y manipulación.
En
resumidas cuentas, ayer quedó claro que lo que relatan los medios de
desinformación no guarda relación alguna con lo que se diría pedantemente (al más
puro estilo de encantador de serpientes político ataviado de traje) al hablar
de lo que ocurre en la calle: “los eventos consuetudinarios que acontecen en la
rúa”. Sin duda, cabe reseñar que la rúa ayer le dijo cuatro verdades en la cara
a Carolina Darias y, tal vez, esto le provoque en el futuro algún que otro
episodio transitorio de insomnio. Ayer le habló el Confital a Darias con la
verdad de lo que pasa en la calle. Hasta la próxima y una cosa: “pequeña
Carolina, vete por favor”.
0 comentarios:
Publicar un comentario