MÚSICA PARA EL ALMA

miércoles, 22 de enero de 2025

SALVACIÓN




 SALVACIÓN


Este poema ahora me salva.

Extrañamente, me salva.


Me salva, tal vez, 

de la amarga certidumbre

de saberme invisible.


De no ser mucho más

que un puntito de polvo

entre tanto escombro

urbano de sueños rotos.


Me salva sin duda,

aunque no resulte otra cosa,

a veces, que una dulce

mentirilla de metáfora.


Porque sé que en el último verso

volveré a ser simplemente silencio.


Y que solo mientras escriba,

tal vez, siga existiendo,

y me crea un poco más

eso de la belleza de ser poeta

y que en otros retumbe el eco

de mi alegría o de mi tristeza.


Aunque eso no importe mucho,

y ahora este poema me salve,

con un poquito de mentirilla

de por medio,

de la certidumbre

de saberme nadie.

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