VÉRTIGO
Vértigo. Demasiado vértigo
nos amilana.
Y el miedo a ello nos torna
los ojos en yunques
detrás de cuyas pupilas
se ocultan ilusiones exhaustas
que nunca despiertan.
Vértigo. Demasiado vértigo
vértigo
tenemos a la vida,
cuando el mundo se nos ofrece
para que lo volemos.
Vértigo. Tanto vértigo
da soñar, a veces.
jueves, 30 de octubre de 2008
CIUDAD EN EL CAJÓN
CIUDAD EN EL CAJÓN
No encuentro nada
en este horizonte de agobio,
aunque yo ahora mismo esté
como un ectoplasma
por encima de algún trozo
de pavimento.
Y busco.
Busco lo que se ha perdido
en el fondo de un cajón:
tal vez, un poema me devuelva
a la ciudad que ahora se escapa
en unos ojos tuyos
cargados de recuerdos.
Tal vez, me devuelva
a ti algún poema.
No encuentro nada
en este horizonte de agobio,
aunque yo ahora mismo esté
como un ectoplasma
por encima de algún trozo
de pavimento.
Y busco.
Busco lo que se ha perdido
en el fondo de un cajón:
tal vez, un poema me devuelva
a la ciudad que ahora se escapa
en unos ojos tuyos
cargados de recuerdos.
Tal vez, me devuelva
a ti algún poema.
MUNDO ARTIFICIAL
MUNDO ARTIFICIAL
Nos ponemos demasiado la máscara.
Y es una lástima que nunca dejemos
de pisar el escenario.
Y siga la película
después de que se cierren los telones.
A este paso seremos artificiales
como una gota de piedra,
y una roca de agua.
Terminaremos, tal vez, ladrando
palabras. Y cuando queramos
hablar será demasiado tarde.
Ya nos habrán clavado
un bozal en la garganta.
Nos ponemos demasiado la máscara.
Y es una lástima que nunca dejemos
de pisar el escenario.
Y siga la película
después de que se cierren los telones.
A este paso seremos artificiales
como una gota de piedra,
y una roca de agua.
Terminaremos, tal vez, ladrando
palabras. Y cuando queramos
hablar será demasiado tarde.
Ya nos habrán clavado
un bozal en la garganta.
miércoles, 29 de octubre de 2008
QUISIERAS PERDERTE
QUISIERAS PERDERTE
Quisieras perderte.
Y no puedo darte el mar.
Pero, al menos, nos queda
navegarnos en cada recuerdo.
.
Aunque el agua no nos envuelva
nunca, salvo en unas lágrimas.
Y aunque ahora se me queden
pequeños los poemas
para llevarte conmigo
a perdernos del mundo.
Quisieras perderte.
Y no puedo darte el mar.
Pero, al menos, nos queda
navegarnos en cada recuerdo.
.
Aunque el agua no nos envuelva
nunca, salvo en unas lágrimas.
Y aunque ahora se me queden
pequeños los poemas
para llevarte conmigo
a perdernos del mundo.
EXISTENCIA CASI AZUCARADA
EXISTENCIA CASI AZUCARADA
En la vida
hay muchos días amargos.
Días en los que nos pesan
como losas de párpados los ojos.
Y tardes que llegan después
como puertos naranjas
en los que descansa una mirada
cansada de tantos vaivenes
de lágrimas y sal
sin que ninguna ola endulce
el paso de las horas.
En la vida
hay momentos aciagos.
Muchos días en los que estamos tristes
sin que sepamos muy bien
por qué los ojos se nos vuelven
cauces de cascadas de nostalgia.
Y es entonces, cuando se ha de buscar
algo que endulce ese plato
frío de vinagre que nos sirve
la tristeza
para no dejarnos probar
lo dulce que es vivir.
Aunque siempre
en la vida
haya momentos duros.
Después
se disfrutan mejor
los pocos granos de azúcar
de una tacita de alegrías.
En la vida
hay muchos días amargos.
Días en los que nos pesan
como losas de párpados los ojos.
Y tardes que llegan después
como puertos naranjas
en los que descansa una mirada
cansada de tantos vaivenes
de lágrimas y sal
sin que ninguna ola endulce
el paso de las horas.
En la vida
hay momentos aciagos.
Muchos días en los que estamos tristes
sin que sepamos muy bien
por qué los ojos se nos vuelven
cauces de cascadas de nostalgia.
Y es entonces, cuando se ha de buscar
algo que endulce ese plato
frío de vinagre que nos sirve
la tristeza
para no dejarnos probar
lo dulce que es vivir.
Aunque siempre
en la vida
haya momentos duros.
Después
se disfrutan mejor
los pocos granos de azúcar
de una tacita de alegrías.
HE MUDADO DE OJOS
HE MUDADO DE OJOS
He mudado de ojos.
Y es extraño observar cómo el sol
ya no dispara igual la luz
hacia la ventana.
Ahora cada día se vuelve
una catapulta de fuego vespertino
que seguir esquivando.
A la espera siempre
De que llegue otro horizonte
en que la tarde se pose más tranquila.
Y no llueva tanta primavera
transparente de la mirada.
He mudado los ojos.
Y, sin embargo, esta ciudad
sigue estancada como un punto
en el mapa que no se puede mover,
aunque con el dedo se puedan dar
veinte mil vuelta en un día
a un mundo de plástico circular.
Sólo los ojos
he mudado.
Porque sigo con la voz
enterrada en estos días
demasiado nocturnos de mi nostalgia.
He mudado de ojos.
Y es extraño observar cómo el sol
ya no dispara igual la luz
hacia la ventana.
Ahora cada día se vuelve
una catapulta de fuego vespertino
que seguir esquivando.
A la espera siempre
De que llegue otro horizonte
en que la tarde se pose más tranquila.
Y no llueva tanta primavera
transparente de la mirada.
He mudado los ojos.
Y, sin embargo, esta ciudad
sigue estancada como un punto
en el mapa que no se puede mover,
aunque con el dedo se puedan dar
veinte mil vuelta en un día
a un mundo de plástico circular.
Sólo los ojos
he mudado.
Porque sigo con la voz
enterrada en estos días
demasiado nocturnos de mi nostalgia.
lunes, 27 de octubre de 2008
NO QUIERO 2
NO QUIERO
No quiero dejar
una vela sin algo de luz.
No quiero verme montado
en una estrella sin vientre,
cuando mire al cielo.
Y sólo queden cenizas de sol
en un poema que, tal vez,
uise quemar en un sueño.
Y nunca
amaneció en mis ojos.
No quiero dejar
una vela sin algo de luz.
No quiero verme montado
en una estrella sin vientre,
cuando mire al cielo.
Y sólo queden cenizas de sol
en un poema que, tal vez,
uise quemar en un sueño.
Y nunca
amaneció en mis ojos.
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