MÚSICA PARA EL ALMA

martes, 12 de enero de 2016

EL REGALO DE LA VIDA



EL REGALO DE LA VIDA

Acabamos de dejar atrás la Navidad, un momento que acontece en los últimos coletazos del año. Un periodo en el que festejamos el amor por los seres queridos mediante regalos materiales, algunos abrazos que quisimos darnos en otro instante y no pudimos, entre otras muchas cosas por las que podría colmar de páginas este relato. También se nos ocurre de cuando en cuando celebrar cenas o encuentros con amigos con los que hace tiempo que no hablamos. Regalamos muchas cosas vamos.

Sin embargo, hay un presente extraordinario en especial que, quizás, se nos olvida celebrar con bastante más frecuencia, así como cada día: la vida tal y como llega. La vida en su estado más simple. La vida y sus lágrimas, que corren como ríos emocionados hacia la desembocadura de un alma pura e inmensa tras el paso de la nostalgia o la tristeza. La vida y ese corazón que late, siente, arde como una llama de ternura a la espera de un abrazo que acabe de encenderla. La vida, sus maravillosas canciones y armonías, y la música de un alma, quizás algo extraviada, que aguarda una voz que pueda colocarla en el pentagrama de alguna historia dispuesta a escucharla. 

La vida y poder sentirla. La vida y poder contarla. La vida y poder amarla junto al mundo y la tierra de la que nunca partimos del todo. La vida en su estado más simple. Hoy me propongo celebrar el maravilloso regalo de la vida, aunque, en ocasionas, revista cierta dificultad apreciarlo al perseverar la costumbre de envolver todos los presentes que se brindan en papel de regalo, lo que nos impide observar, a veces, lo más sencillo. En este caso, se trata de algo mucho más simple y bastante más inmenso que cualquier paquete ocasional. La vida y la fortuna de poder vivirla en este mismo instante. ¿Te apuntas conmigo a la fiesta de vivir?

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