NO HAY QUE QUERER
No hay que querer a tientas,
No hay que querer a tientas,
a órdenes o a imposiciones.
Es algo que nace como los pétalos
de una flor a la que nadie
le dice que es primavera,
y, sin embargo, florece sin más.
No hay que querer con anillos,
familia y lo demás que sobra,
cuando dos labios quieren besarse.
Sencillamente, cuando nazca
hay querer el amor. Y punto.
Sin querer. Hay que querer
sin querer.
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