NUESTRO TIEMPO ES COMO UNA CASA
El tiempo es como una casa
de momentos, despedidas y nostalgias
en la que habitar un instante
gobernado por la luz
del amor y la belleza.
Un lugar en el que las voces
persisten después de pronunciarlas,
y el silencio repiquetea tiernamente
en el trémulo fulgor de una pupila
que acalla millones de historias
de abrazos, a veces, sin tacto.
Un sitio en el que las páginas
de la memoria se abandonan,
incólumes ante el olvido,
para que luego quede el mar
después de nadar a contracorriente,
en ocasiones, el océano tempestuoso
que supone estar vivo.
Yo quiero ahora mismo
encontrarme también en tu tiempo
para que seamos dos tiempos,
dos casas de flores y belleza,
dos lugares gobernados
por la caricia y los arrumacos,
morar en tu instante,
y, si podemos, detener el reloj
para ser brevemente infinitos.
Porque nuestro tiempo
es como una casa de besos
que quieren habitar a solas
ahora mismo nuestros labios.
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