MUERTES DISTINTAS
Resulta un tanto paradójica
esta sociedad de locos.
Mientras ahora emiten
la pompa y el boato
con que alguien de sangre azul,
-al que le sigue saliendo
dicho elemento de color rojo
cuando se hace alguna herida-,
me pregunto quién se ocupa
en los telediarios de hablar
de aquellos a los que amenaza
el mar con segarles la vida,
en un mal hado de origen
ajeno a sus humildes designios.
Se deduce que la desgracia
del anónimo no es motivo
alguno de titulares:
son otros los que merecen
las páginas de la Historia,
no vaya a ser que se manche.
Se deduce que la desgracia
del anónimo no es motivo
alguno de titulares:
son otros los que merecen
las páginas de la Historia,
no vaya a ser que se manche.
Y supongo que también hay clases
para la muerte, y al don nadie
nunca se le va a enterrar
en una tumba de oro.
Solo será polvo de nuevo
de la tierra que lo vio nacer,
mientras otros celebrarán
con caviar la muerte,
incluso antes de que les llegue.
Yo también seré otra mota
de ese polvo,
entre muertes distintas.
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