VACIARSE PARA ENCONTRAR
Aquí estoy. Con mis dudas,
y mi desconcierto.
En este momento.
También con mis ganas
de seguir descubriendo
en mi simple y modesta
carrera humana.
Cuando me siento
demasiado cargado
de tristezas y preocupaciones,
sé que debo vaciar la maleta
para encontrar todo
lo que quizás ni siquiera busco.
Los rostros distintos de la ciudad,
no tan cargados de humo,
molicie y sueños prohibidos.
Las estrellas que nadie observa
en unas farolas apagadas.
El mar que nadie contempla
en un charco cuando acaba
de abrazar mi chaqueta
la lluvia.
La riqueza inmensa de ser
más allá de tener muchas cosas,
que no son más que cosas.
Y todo lo que ignoro
de un mundo que va a serme
siempre grande, aunque pretenda
erróneamente creerme, en ocasiones,
el centro de ninguna parte
en torno al cual solo podría orbitar
la vanidad más indecente.
Ser humilde sin duda
es una gran virtud,
porque andar vacío
implica llenarse siempre
de cuanto nos rodea.
Y solo solo sé
que sé algunos idiomas,
y unas poquitas cosas más.
Que me falta mucho
para seguir siendo nada.
Y solo puedo decir
que aquí estoy y soy.
Solo en este momento
en el que me vacío para encontrar
lo que quizás ni siquiera busco.
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