DE VUELTA SIN RETORNO
Ahora que otro viaje termina,
y me toca ser consciente
de que toda travesía de ida
siempre tiene fecha de vuelta,
pienso que igual no siempre
tendría por qué ser así.
¿Te imaginas que me apeteciera
acercarme al universo de tus brazos
y siempre estuvieran abiertos
al abrazo y al arrumaco?
Solo nos haría falta
viajar al amor cada día.
Y ya nuestras almas
están desnudas como pista
de aterrizaje y vuelta sin retorno
para querernos, infinitamente.
En un viaje de vuelta sin retorno
hacia tus brazos.
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