MÚSICA PARA EL ALMA

jueves, 28 de julio de 2022

EL MAR ASOMA




 EL MAR ASOMA


El mar asoma ahora

en la mirada, inmenso,

y me abre el alma gigante

de belleza que alberga mi pecho

para que me abra al plano

de la metáfora de vivir.


El universo entonces se torna

un océano de estrellas que trata

de inundar de luz las chispitas

moribundamente humanas de la ciudad.


Y el poema llega veloz y silente

a colmarme de verso y maravilla.


Ahora que el mar asoma,

vuelvo a sentir la música del alma

en lo más profundo del corazón.



lunes, 25 de julio de 2022

EL SITIO




 EL SITIO


Ahora toca volver al sitio.

A ese lugar en que una chispa

humana se enciende

con la estrella batiente del alma,

que aguarda al universo

de uno mismo.


Volver al sitio. Al lugar

de todo comienzo y fin.

Volver a ser luz entre túneles

de miedo, angustia e incertidumbre.


Volver al mar como cuando éramos

peces de los lápices con que solíamos

recorrer sin prisa los sueños,

y nadar en un aire de ensueño

los vientos de un deseo,

como el pájaro que surca el aire

sin que le importe adónde

pueda llevarle la corriente.


Pasar el invierno del ánimo,

y asomarse de nuevo a una primavera

de conciencia y certeza.


Ahora toca volver al sitio.

Dejarse de demasiadas curvas

de dudas, y escuchar la música

de la vida desde el corazón.


Volver al sitio, al lugar

del que nunca debimos salir.


Quizás al amor imperfectamente humano

que nunca debimos perder.


Ese lugar de todo

comienzo y fin.

martes, 19 de julio de 2022

SE BUSCA LA VERDAD





 SE BUSCA LA VERDAD


Se busca la verdad. Hace dos años y medio que se la da por desaparecida. En paradero desconocido, aunque podemos tener una certeza absoluta. No está tras las puertas de esta entidad que dice contar con la licencia de salir a buscarla. Solo quisiera preguntarles a los terroristas mercenarios de la información que se hallan tras ese umbral: ¿dónde ha quedado el código deontológico que les enseñaron? ¿Y qué hay de la búsqueda de la verdad, cueste lo que cueste, aunque se sepa de antemano que nunca se podrá llegar a la verdad absoluta ni a la perfecta objetividad en ninguno de los ámbitos de la sociedad ni de la vida?

Ahora, como compañero de gremio, solo puedo preguntarme dónde quedaron todos aquellos valores que me enseñaron, al menos a mí, en la facultad. Aquellos principios que me decían que desconfiara de todo lo que viniera de fuentes oficiales y que tratara de hallar cierta verdad en la veracidad transparente y humana de mis afirmaciones como mero intérprete de la realidad. ¿De verdad se atreven a decir que solo pueden obtener la información sobre la plandemia de la Consejería de Sanidad? ¿Qué hay del informe VAERS sobre los efectos adversos de las cacunas? Miles de muertes y eso que solo se informa del 10% de los casos según algunas estimaciones. Me pueden responder también a lo siguiente: ¿estudiaron tanto para limitarse a cumplir las órdenes del jefe de redacción?

Ya ni hablamos de eso de brindar la oportunidad a otros de que aporten su versión de los hechos o de la plandemia. Parece que queda genial eso de silenciar a valientes como la Dra. Albarracín, Aitor Guisasola cuando advierte de los atropellos del BOE o Mirones cuando demuestra con los propios prospectos de Pfizer en que se llega a advertir incluso de la muerte por inoculación para luego ponerles de vuelta y media sin argumentos en programas como "Todo es mentira". Casualidad el título también supongo.

Y vuelvo a insistir a aquellos papagayos de los medios oficiales: ¿dónde quedó lo aprendido en la facultad? ¿dónde quedó esa fuerza que se suponía que tenía el periodismo como contrapoder o cuarto poder? ¿En serio la honestidad y la verdad equivalen a unos mendrugos de pan que luego les quitaran de la boca en cuanto menos se lo esperen? ¿Pueden pegar ojo tranquilamente sabiendo que sus mentiras suponen la inoculación constante del miedo a una población indefensa a la que, en muchas ocasiones, no le queda otra que delegar la responsabilidad del derecho a una información veraz en ustedes? ¿Sienta bien llevarse el salario a casa por ser mercenarios del poder establecido sin poner nada en entredicho de las órdenes que se les dan?

De verdad que no lo entiendo. Yo debo confesar que nunca llegué a ejercer como profesional en un medio porque me olía ya la tostada desde el momento en que me llegaron a decir en un artículo de opinión: "si quieres trabajar en tal o cual medio, esto no lo puedes poner". Me quedó claro entonces de qué iba esta hipocresía de la búsqueda de la verdad camuflada por una aparente pluralidad de opinión en forma de diversas líneas editoriales (eufemismo para hablar de "ideología"). Al final, queda más que de manifiesto que todo converge inexorablemente hacia el mismo abismo, que no es otro que el globalismo y el macabro NOM. Me imagino que la universidad va al final de eso, de crear, como su propio nombre indica, un pensamiento único disfrazado de la diversidad que presume albergar. Llevo ya dos años y medio que voy en pos de la verdad y no la encuentro. No al menos donde se suponía que debería encontrarla. ¿Cuánto tiempo más van a seguir callando ustedes, señores periodistas?



SE BUSCA




SE BUSCA


    Hace algunos años conocí en mi pensamiento a una fémina espléndida, de rasgos algo inciertos, que se paseaba por los intrincados vericuetos de mi mente con faldas hermosas de contrastes y un andar no siempre firme, pero sólido en su rectitud. Recuerdo que le gustaba también beber de todas las fuentes posibles de sabiduría, como si le llovieran en su piel ríos transparentes de tinta. Me decía, me susurraba en mi oído interno, que aquello la rejuvenecía y le hacía lucir un cutis casi perfecto: "La perfección no existe, aunque hay que buscarla porque es como el horizonte: cuanto más te acercas, más lejano parece, pero ayuda a seguir caminando, que es de lo que se trata". En este caso, por la madurez que va brindando deambular a pluma desnuda por los párrafos no siempre bonitos de la vida.

    Como lo hacía ella también por las letras de cada uno de mis artículos, poemas, entrevistas y reportajes en aquellos tiempos en los que soñar era gratis y la objetividad de los espejos respecto de mis formas aún juveniles no mentía, aunque a ella dicha objetividad no siempre le resultara factible cuando de su silueta difusa se trataba. Era sin duda esta una mujer compleja y multiforme, con varias versiones de sí misma que podían conjugarse en una sola y seguir siendo genuina. Me encantaba, por aquellos tiempos de fantasía periodística, salirla a buscar un rato (ella siempre escurridiza y juguetona) en mis reportajes de investigación o mis artículos de opinión, no siempre acertada aunque veraz en sus afirmaciones y humana en su trasfondo. Cuando llegaba a alcanzarla o se producía un conato de dicho alcance de proporciones irrisorias, se mostraba abierta a que le contara mis historias y ponía su magnífico oído de claridad para, cuando la ocasión lo requiriera, rectificara si no había descrito con exactitud el laberinto en que podría tornarse su desciframiento.

    Ya les digo que era complicada y multiforme esta mujer que surcaba mi pensamiento hace unos doce años, cuando aún soñaba con llegar a conquistarla como el marinero que ansía descubrir nuevas tierras en las que asentar una futura comunidad. Y les debo ser sincero cuando afirmo que creía que había mucho más marineros en este periplo, si bien hace dos años y medio que la gran mayoría parece haber abandonado esta extenuante pero gratificante empresa de buscar a esta esquiva mujer. Llevo ya dos años y medio en que, por más que trato de hallarla allende mi insignificante opinión, no la encuentro. Solo me queda preguntarle si las cacunas han podido modificarla genéticamente (cosa que dudo y verán por qué) o los sobornos de la élite comemierda de cantares de sirena han granjeado su exigente atención y han arrimado su barco a las costas de la indecencia. Me pregunto si alguno de los que dice contar con licencia para seguir saliendo a buscarla quisiera acompañarme en este eterno periplo mío de tratar de encontrarla, tanto en lo interior como en lo exterior. Y me digo si algún día volveré a contemplarla como entonces, cuando se paseaba por mi mente como aquella fémina de rasgos inciertos pero siempre recta en su no siempre firme andar.

    Solo me queda gritarte, desde este ínfimo recoveco de palabras: ¿dónde estás, Sra. Verdad?

domingo, 17 de julio de 2022

ANOCHECE AHORA




 ANOCHECE AHORA


Anochece ahora.

Una tarde se va apagando

en lontananza,

pero en mis ojos

sigue amaneciendo.


La luz del alma

tiene doble estrella:

el corazón y la conciencia.


Y brillan siempre,

aunque anochezca ahora

y siempre.


Con la luz de la belleza

de estar vivo.

lunes, 4 de julio de 2022

PERDERME DEL MUNDO




 PERDERME DEL MUNDO


Alguna vez me quise perder del mundo.


Entonces la poesía llegó

como un dulce vendaval de flores

a la primavera agostada de mis días.


Y se hizo la belleza

tras el telón de una ciudad

donde parecía que los sueños

se habían tomado un eterno descanso.


Un primer verso, una primera salida del mundo

hacia lo sencillamente misterioso

que encierra una metáfora.


En el silencio empezó a haber música.

Y en mis alas de fe

soplaban ya los fuertes vientos

de mi alma henchida de gozo.


Hace veinte años quise salirme del mundo

sin despegar los pies de la tierra.


Y llegó entonces la poesía.

viernes, 1 de julio de 2022

DEMASIADO PESO




 DEMASIADO PESO


Ahora llevo demasiado peso.

Una mochila de melancolía,

aderezada con algo de nostalgia,

en la que se acumulan los recuerdos

como lastres en un globo

que no acaba de despegar,

aunque lo empujen las corrientes.


Llevo demasiado peso y siento

que necesito aligerar la carga.


Entonces escribo con la música

que me brota espontánea del alma,

franqueo el silencio cual si fuera

un muro de miedos y temores,

y despliego mis alas de metáfora

rumbo hacia la belleza de estar vivo.


Dejo a un lado por un momento

esa maleta de tristezas varias,

me miro al espejo desde dentro,

y me convierto en el cóndor

de mis sueños más interiores.


Ahora llevo demasiado peso,

y aquí viene la poesía a aligerarme

la carga de la duda y el miedo.


Mi vuelo de pájaro y ser humano

me está aguardando.


Sin ya demasiado peso.