VIDA MARAVILLOSA
Todo depende de la mirada.
De cómo se enciendan los ojos
al vislumbrar otro amanecer,
y rezumen esa chispa
de alegría al nacer de nuevo
a otro día.
O de cómo se apague el alma
entre las interferencias ruidosas
de una alocada rutina
sin más rumbo
que ninguna parte.
Todo depende de la mirada.
Y si echamos la vista al cielo,
con mucha certeza y corazón,
la vida será sin duda maravillosa.
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