MÚSICA PARA EL ALMA

sábado, 30 de noviembre de 2024

PALABRAS TRAVIESAS




 PALABRAS TRAVIESAS


Palabras traviesas.

Que caminan, y corren,

y saltan, y vuelan 

y recorren la belleza

a golpe de verso.


Hasta el poema.

Las palabras hoy traviesas.

LA FARSA ELECTORAL

 


LA FARSA ELECTORAL

 

            Siempre se nos ha dicho, por activa y por pasiva, —y más desde que emprendió su andadura la supuesta democracia en España— que todos debemos ejercer ese derecho al voto por el que lucharon nuestros padres y nuestros abuelos en aquella etapa tan aparentemente oscura y sombría de la dictadura franquista. No obstante, asistimos en estos instantes, con estupor y marasmo, a una era en la que parece que todos esos derechos se están viendo mermados de manera creciente sin que nadie con cierta autoridad y poder se oponga más que sea a tientas. Esto es algo que lleva ocurriendo bastantes años —y se ha acelerado sin duda desde que se desató la plandemia de la COVID-19 en 2020— y abarca múltiples ámbitos de la sociedad como el sanitario, el financiero, entre otros. Ahora bien, estamos hablando de miles de capas de cebolla que aún quedan por destapar y no me cabe la menor duda de que una de las más olvidadas es la de la cita con las urnas electorales.

            Llegados a este punto, cabría preguntarse por qué siguen saliendo elegidos de las urnas gobernantes de los mismos partidos que llevan años subyugándonos —llámese PSOE, PP o quien sea— en cada cita electoral a la que asistimos. La única diferencia ha sido la efímera irrupción de partidos que iban supuestamente a cambiar algo pero al final se quedaron en meras intenciones en la superficie, como Podemos o Ciudadanos. Sin embargo, si observamos un poco más de cerca la situación, es fácil percatarse de que, se esté donde se esté, lo único que se hace es perpetuar la trayectoria del péndulo (izquierda-mismo punto central-derecha-mismo punto central). Todo se revuelve en la apariencia pero sigue igual que siempre en el trasfondo. Peleas dialécticas que presenciamos en el Parlamento cual boxeadores del verbo en el ring del hemiciclo. Unos que se lanzan insultos como “payaso” o “facha”, mientras otros replican haciendo alarde de un supuesto patriotismo hacia una nación que lleva ya tiempo vendida a los grandes poderes en la sombra. Y la vida del ciudadano normal empeora, mientras tanto, a pasos agigantados.

            Y debo decir que reflexiono sobre todo esto en un momento en el que recuerdo una frase que leí en Internet no hace mucho que aseveraba lo siguiente: “Ya tenemos los resultados. Ahora solo faltan las elecciones”. Ávido de curiosidad entonces, intenté indagar un poco acerca de lo que podía significar la frase y mi sorpresa fue mayúscula. No tardé mucho en encontrar nombres como los de Indra, compañía que, entre otras cosas y según lo que reza en algunas de sus publicaciones, supervisa el despliegue técnico de comicios en varios países del mundo, además de ser la encargada de lanzar las primeras estimaciones de los resultados en países como España. Fue entonces cuando empecé a poner en entredicho todo cuanto ocurría. ¿Cómo era posible que ya a las 20:00 horas de la noche hubiesen hecho ya una primera estimación de los resultados cuando se tendrían que contar miles de millones de votos? ¿No resulta físicamente imposible una hazaña de semejante envergadura? ¿Y existía algo más? A esta última pregunta, la respuesta fue la siguiente: desde luego que sí. Me documenté un poco y topé con la Ley Orgánica 5/1985, de 19 de junio, del Régimen Electoral General (más conocida como la “LOREG”) en la que, entre otras cosas, se estipula lo siguiente: “El escrutinio oficial y definitivo se realiza por las Juntas Electorales competentes y comienza cinco días después de las Elecciones”. Por aquel entonces, ya formaba parte de una asociación que se llama DEXCO (Defensa por la Constitución), tres de cuyos miembros (incluido yo) decidimos asistir el sábado posterior a las elecciones legislativas del 23 de julio de 2023 (es decir, el 29 de julio de 2023) como simples espectadores, ya que los ciudadanos pueden asistir sin previo aviso a todo acontecimiento público, como un escrutinio general. Eso sí. No tienen ni voz ni voto. Se deben limitar a ver, oír y callar. Y olvídense, sin duda, de grabar. Todo muy democrático sin duda.

            Al principio, todo parecía discurrir con normalidad. Se sacaban las actas, se cantaban en voz alta y se cotejaban los resultados de las estimaciones de Indra con los que habían salido en las actas manuales. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que ya pudimos percibir los primeros síntomas de nerviosismo y las primeras actas que parecían no cuadrar. Querían seguir pasando las actas como si no hubiese pasado nada, algo que nosotros recriminábamos, si bien no sirvió de mucho, porque todos los apoderados de los partidos políticos allí presentes decidieron seguir con él pese a los clamorosos errores que se iban acumulando, ante la atónita mirada nuestra. Las dos horas restantes que permanecimos allí resultaron ser un puro paripé en el que una de las miembros del comité se dedicaba a corroborar lo que otro de ellos cantaba sin mirar si quiera la pantalla del ordenador. Debía de ser que la susodicha poseía el don de la visión extraocular o algo por el estilo. Ironías aparte, se debe constatar que ahí no quedó la cosa. Habida cuenta de las horas que habíamos pasado sentados observando lo que ocurría, decidimos salir un rato a tomar el aire y beber una taza de café al compás de una agradable conversación. Nada nuevo bajo el Sol.

Ahora bien, para nuestra sorpresa, cuando volvimos a la sala donde se celebraba el escrutinio, se había acabado mágicamente el escrutinio. Las miles de cajas que se apilaban una encima de otra con todas las actas cuyo recuento faltaba por hacer habían desaparecido cual truco de magia que ya quisiera el mismo Copperfield, y los apoderados se habían apresurado en firmar el resultado. Se había producido un flagrante pucherazo en nuestras narices y no podíamos hacer nada. Por desgracia, quienes sí podían hacerlo tenían, según parece, otras prioridades como irse a la playa a tomar el sol en vez de impugnar (háblese sobre todo de Vox y de unos apoderados que desconocían por completo la LOREG). Por esa misma razón, ahora, cada vez que alguien me dice que debemos disfrutar lo votado, yo le contesto: “si votaste, disfrútalo tú, porque aunque no lo sepas, has participado en la gran farsa electoral”.

jueves, 28 de noviembre de 2024

TODO MUERE UN POCO Y REVIVE




TODO MUERE UN POCO


Es cierto. Todo muere un poco

con cada latido del corazón,

pero también revive

cuando nunca se apaga

la belleza en la mirada.


Y sigue ardiendo sin quemar

en las entrañas el fuego

de la vida desde el alma.


Todo muere un poco,

y revive cuando no siempre

vivir se convierte en pasar sin más.


Y todo nace cada nuevo día,

aunque muera un poco. 

sábado, 23 de noviembre de 2024

EN FUGA




 EN FUGA


Ahora tienen prisa.

Quieren marcharse.

De inmediato, lejos

del verso que ya no sale.


Abandonar la música

y volver el silencio.

Hasta el próximo concierto

en que vuelva a asomarse

la sílaba con algo de voz.


Hasta entonces, mis palabras

siguen en paradero desconocido.


En fuga total del poema.

lunes, 18 de noviembre de 2024

DE PEREGRINAJE




DE PEREGRINAJE


Del silencio a la armonía.

Y atraviesan la sílaba

hasta atracar en el verso,

cual barcos de tinta

que quieren arribar al puerto

de tu boca en un beso

que apagaría toda la oscuridad

del mundo.


En un pentagrama de flores

esbozan la primavera, alegres,

y el otoño cuando caducan

las hojas tristes de los árboles.


Están en todas partes

de la metáfora y la belleza

y, a veces, en la pavorosa

casualidad del folio en blanco,

aguardando mansas como el río

que espera lluvia para desbocarse.


Viajan tanto como la corriente

y los mares, y caminan conmigo

hacia la dulce ilusión de la utopía

que me impulsa hacia el infinito.


Están de peregrinaje.

Del silencio a la armonía

preciosa del poema.


Hoy las palabras

están de maravilloso peregrinaje

en este poema.

 

domingo, 10 de noviembre de 2024

TESOROS (VERSIÓN CORTA EN POEMA)




TESOROS


Un recuerdo indeleble.

Una mirada con que sigo

cruzando el mar de la mano

de la nostalgia.


Un beso, una caricia,

un abrazo que sigue quemando

de dulzura el pecho.


Y un corazón que sigue latiendo

al compás del alma,

y unas palabras que siguen

sonando en el aparente silencio

que deja el pasado en el presente.


Y una luz humana que,

de cuando en cuando,

me incendia el espíritu

entre tanta sombra y desespero.


Tesoros.

Todo lo que pasa por mi vida

sin tener que abrir cofres,

ni forzar cajas fuertes.


Tesoros. Con toda mi vida.

Tesoros. 

viernes, 8 de noviembre de 2024

UNICORNIO AZUL

 



UNICORNIO AZUL


Y llegó el unicornio.

Recuerdo que entonces

asomaban al albur de la sílaba

 mis primeras palabras, 

tímidas cual rosas

que temen encarar sutiles

los últimos coletazos del invierno.


Todavía el verso era algo lejano,

como la armonía de un silencio

que solo escucha el alma

o el petricor en un desierto

de cemento y sueños baldíos.


Y ni digamos la poesía.

Cosa, tal vez, de aquella

pupila añil bécqueriana

o la canción desesperada de Neruda.


Sin embargo, llegó el unicornio

con su inspiración cargada

de futuro, esperanza y belleza.


Y en el cuerno una metáfora

de lo que sería mi vida

desde entonces: amor

al verso y al misterio.


Con sintonía diáfana de guitarra,

llegó el unicornio azul

para revelarme la poesía.

domingo, 3 de noviembre de 2024

VIDA




VIDA


Seré breve. Diré una palabra

que ahora mismo

es la que más amo: vida. 

sábado, 2 de noviembre de 2024

SIN HISTORIA




 SIN HISTORIA

 

        Hace ya algún tiempo, cuando aún no se había cambiado de estación al invierno mi cabellera y no se había tornado tan prominente mi frente, escuché a un aclamado cantautor decir lo siguiente: "los hombres sin historia son la historia". Y ahora ando por la ciudad semidesierta a la hora de la siesta de un sábado, al tiempo que pienso si tendría algo de razón en lo que dice. Porque en un horizonte de hormigón y horrorosas cristaleras gigantes, solo vislumbro una pesadumbre y una tristeza que van en aumento conforme transcurre el tiempo en esta metrópolis cada día más desolada y moribunda. Solo percibo unicornios de humo que se esfuman en un aire contaminado de rutina, cansancio y tedio. Y no puedo evitar preguntarme si alguien, en alguna parte de este vasto mundo, estará escribiendo alguna página distinta a las huellas de los zapatos sucios sobre el cemento.

        Tampoco sé por qué me ha dado por comentar esto ahora. Supongo que, tal vez, tenía ganas de pintar el terror blanco de la página con el color vivo de alguna metáfora o, sencillamente, quería otorgarle algo de misterio a una rutina que, en ocasiones, parece corroerme el alma y me ocurre aquello que afirmaba el famoso poeta José Hierro: "A veces, se está muerto, aunque nos lata el corazón, amigos".  Quizás, a fin de cuentas, quería darle, en definitiva, un poco de historia a mi "sin historia".


NO SOLO LETRAS




NO SOLO LETRAS 

Estas no son solo letras.

Caminan, corren, vuelan,

traspasan la metáfora

y atraviesan una cordillera

de numen hasta estas palabras

para aterrizar en la poesía.


Mientras escribo estos versos,

que son solo letras.


Son poesía, no solo letras.

viernes, 1 de noviembre de 2024

ROMPER EL TIEMPO


 


ROMPER EL TIEMPO


Puede que ahora quizás

pida un milagro,

como que la lluvia

alguna vez moje más

que el suelo e inunde

de primavera mi alma.


Porque quisiera romper el tiempo.

Verso a verso cortar cada segundo,

como si se pudiera trocear

la belleza a golpes de metáfora,

y detener los relojes un rato

en un barco de esperanza,

con destino al mar infinito

del poema que emana

de tu mirada, cual fuente

inagotable de maravilla.


Y no sé si podré

obrar tal milagro.


Por lo pronto, tan solo

te pido que me abraces.

Quizás salgamos un rato

del mundo y sus cosas

demasiado cotidianas

como el tránsito,

irremediable de las horas.


Abrázame. Solo así tal vez

obremos por un rato

el milagro de romper el tiempo.