TODO MUERE UN POCO
Es cierto. Todo muere un poco
con cada latido del corazón,
pero también revive
cuando nunca se apaga
la belleza en la mirada.
Y sigue ardiendo sin quemar
en las entrañas el fuego
de la vida desde el alma.
Todo muere un poco,
y revive cuando no siempre
vivir se convierte en pasar sin más.
Y todo nace cada nuevo día,
aunque muera un poco.
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