GUARDEMOS AHORA NUESTRAS COSAS
Guardemos ahora nuestras cosas
mundanas en otro sitio,
en algún rincón oculto
de la memoria.
Y pasemos a nuestros sueños.
Pasemos a los besos
que queremos darnos
sin que nos estorbe demasiado
una ciudad sin muchos Olimpos,
ni sirenas que habitan
en las alcantarillas
de una tristeza maquillada
de sonrisas forzadas.
Guardemos nuestras cosas
mundanas en otra parte.
Quiero que nos veamos
auténticos en nosotros.
Quiero mirarte,
y que me mires,
limpiamente.
Sin nuestras cosas
mundanas.
Solo con nosotros mismos.
Guardemos para ello
nuestras cosas mundanas.
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