SE LE LLENARON DE MAR
Se había ido lejos,
como a un paso de nostalgia
de aquel tacto de estrella
que quiso besar sinceramente.
Se había marchado a otra parte
que quedaba a una distancia tal
como a un recuerdo más o menos.
Aún no había querido decirle adiós,
y no la olvidaba.
Entre todas las cosas del mundo,
ella era su único universo.
El único puente hacia la ternura
que le tendían los brazos
de la nostalgia en ocasiones.
Y se le llenaron de mar
los ojos y las mejillas,
mientras cruzaba el tiempo
para volver a quererla.
Se le llenaron de mar
los ojos y el alma.
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