A VECES, NOS QUISIMOS
A veces, creo sinceramente
que nos quisimos.
Ahora lo sé a ciencia cierta,
Ahora lo sé a ciencia cierta,
porque al mirarnos quebrantábamos
toda ciencia exacta.
Dos ojos más dos ojos
Dos ojos más dos ojos
eran más que cuatro pupilas
regalándose algún segundo de Sol:
nuestra mirada era infinita
cuando la clavábamos a la velocidad
del amor en las orillas
de una isla maravillosa
poblada de ternura silenciosa,
donde ciertamente nos amábamos,
fuera del tiempo y la sangre,
y la multitud cansada.
A veces, nos quisimos.
Cruzamos el mar en zapatillas,
mientras atravesábamos el viento
en un susurro que solo respiraban
nuestros alientos entrelazados
en un beso de cuyos labios
aún me niego a despegarme.
Me siento como un barco
anclado al muelle de tu recuerdo.
El mar me aguarda,
pero yo preferiría que volvieras
a tocarme el alma como entonces,
mientras, a veces, nos queríamos.
Estoy seguro sin duda,
mientras vuelan estas palabras
hacia tu verbo de ausencia,
de que, a veces, nos quisimos.
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