ERA EL MAR
No era ni pequeño, ni grande.
Ni hermoso, ni bello, ni feo,
ni pájaro, ni avión, ni universo,
ni poema, ni utopía, ni sueño.
Era algo más que todo eso.
Lo descubrí cuando abrí la mirada
de par en par hacia mi alma.
Era inmenso.
Era definitivamente el mar.
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