atesorando solo huesos nutrientes
Silvio Rodriguez
SUÉLTATE Y LÁRGATE
Ya estás tardando. Suéltate
y lárgate de una vez
del tiempo que no pasa,
de los colibríes de sueños
que solo vuelan en jaulas de cristal,
la falta de utopías,
y la ausencia de poemas
en tu vida más allá del verde
verso de Lorca o el silencio
ausente y maravilloso de Neruda.
Suéltate y lárgate. Leva las anclas
demasiado firmes de tus temores,
pues el mar espera que lo abraces,
y te mezcas en su corriente
como antes lo hacía tu mirada,
tiernamente pueril,
en los columpios de la imaginación.
Suéltate, lárgate, corre, vuela,
despega hacia tus anhelos,
y quítate las cadenas de preocupaciones
que impiden a tu corazón sentir
al desnudo la sístole y diástole
genuina, hermosa y maravillosa
de la belleza del mundo.
Suéltate, y lárgate,
aunque al final del viaje
sigas en la Tierra.
Con otros pies más ligeros
quizás, eso sí.
Suéltate, y lárgate. Ya estás tardando.
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