TU SINTAXIS
Debo confesar ahora
que me encanta tu sintaxis
de belleza y hermosa armonía
de pasos y sutil tacto femenino.
Me encanta tu sustantivo
inefable con el que rozas
mis palabras en un verbo
de cuya acción no se acuerdan
bien los diccionarios mundanos:
tu movimiento he de buscarlo
tu movimiento he de buscarlo
entre puentes de nostalgia,
y melancolía dulcemente ausentes.
Y la lluvia, por ejemplo,
cuando cae de tus mejillas
es la subordinación perfecta
de la verde gramática de la primavera
con la tierra, mientras te plantas
firme en mi utopía de quererte.
Tu sintaxis es única, además.
Revela adjetivos de luz
que no desvelan lejanas estrellas,
sino la cercana e infinita mirada
con lo que posas ese adverbio
que modifica celestial
y humanamente todas las conjunciones,
complementos, suplementos,
y categorías gramáticas varias
de las que se compone la efímera
sintaxis de mi existencia.
Amadamente, amada mía,
Amadamente, amada mía,
ya ves por qué ahora mismo
me encanta tu sintaxis.
0 comentarios:
Publicar un comentario