AMOR DE MASCOTAS
No dicen nada, pero aman.
Tiernamente, inconfesablemente.
Sin decir demasido,
Sin decir demasido,
pues la palabra aún
les ha esquivado a suertes,
aunque en su mirada
se cuenta como ninguna
la historia de la ternura.
Cuando los ojos se les vuelven
una constelación lúcida
de cariño desinteresado,
y sin pedir dan.
Y callando hablan tanto.
Y callando hablan tanto.
Así nos aman.
Así nos quieren.
Tiernamente, inconfesablemente,
calladamente.
Así nos aman las mascotas.
0 comentarios:
Publicar un comentario