HABLEMOS DE PAZ
Hablemos de paz
como algo más
que la ausencia del ruido
atroz de las armas,
y las granadas que no saben
a frutas primaverales.
Hablemos de paz,
cuando aparte del silencio
y sosiego vespertino de una ciudad,
sepamos mirarnos el alma
antes de juzgarnos el rostro.
Entonces, hablemos también
de paz para todo el mundo.
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