QUISIERA QUE SUPIERAS

QUISIERA QUE SUPIERAS

Quisiera que supieras todavía

que soy yo quien te contempla.

Pero no puedes, y solo el suelo

parece granjear tu atención

distraída y ausente como el agua

sin murmullo oceánico de un charco.

Tu memoria es como las hojas

frágiles de un árbol mustio

ante el embate inexorable del viento,

y debo suponer que un simple poema

no va a curarte el olvido

progresivo que padeces

desde hace ya años.

En todo caso, no puedo dejar

de decirte que, ante todo,

quisiera que supieras todavía

que soy quien te contempla.

Tu hijo, que nunca

dejará de quererte, mamá.

Si supieras todavía

que soy yo quien te contempla.